Si el escenario que vaticinan las encuestas se mantiene, en las elecciones presidenciales volverá a imperar la polarización electoral entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Con un balotaje que parece ineludible, el interrogante que aparece es si cambiará el apoyo, en última instancia, del tercer candidato, es decir, del peronista racional que quede afuera de la segunda vuelta.

Por supuesto, las opciones para el pejotismo no kirchnerista son solo dos: inclinarse, como en el 2015, por cuatro años más de Mauricio Macri, conscientes del ajuste fiscal que el oficialismo necesita para cumplir con el FMI y las demás entidades del mercado que prestaron sin demasiada cautela; o virar 180 grados y elegir la dirigente de Unidad Ciudadana para impedir otro mandato de economía macrista.

Los pejotistas Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, hoy en una alianza que busca sumar votos del heterogéneo tercio que no responde ni al pasado ni al presente, por ahora sin resultados vistosos, tendrán, nuevamente, el protagonismo suficiente para mover la aguja del balotaje hacia un lado o el otro.

¿Elegirán cuatro años más de ajuste a medida del FMI y de una economía que no rebota? ¿O cederán puntos en el discurso de la transparencia y apoyarán a una expresidenta perteneciente a un Gobierno al que culparon de robar un PBI desde las oficinas del Estado?

El escritor Jorge Asís, por ejemplo, sugiere que los pejotistas encuentran algunos puntos positivos en la primera alternativa. Si Macri logra perpetuarse, otra vez venciendo a Cristina en las encuestas, la actual senadora de Unidad Ciudadana sería, por cuarta elección consecutiva, la cara de la derrota. El segundo lugar, el del runner-up, quedaría liberado para el ascenso de los paladines de la ancha avenida que hoy no encuentra un electorado al cual hablarle.

“(Es un) dilema que atraviesan distintos referentes del Peronismo Perdonable. Situación límite, ingrato momento de decisión. Acuerdan con La Doctora o siguen enojados con ella. Para facilitar la alegría espiritual del antiperonismo, hoy consolidado en Macri”, escribió Asís en su portal.

Aún falta tener en cuenta el escenario de Roberto Lavagna candidato. El economista mide bien y tiene buena imagen para explotar, pero no parece estar él dispuesto a someterse a una interna llena de nombres propios ni esos nombres a cederle el lugar del candidato del consenso que busca.