Pese a que el Banco Mundial manifestó que el programa acordado con el Fondo Monetario Internacional "está cobrando un alto precio en términos de actividad" económica, respaldó el plan y aseguró que se trata de un "mal necesario". Al mismo tiempo, en línea con Christine Lagarde, resaltó el esfuerzo del presidente por proteger a los pobres y por contener los efectos negativos de la recesión.  

Carlos Vegh, jefe del Banco Mundial para América latina y el Caribe, afirmó desde Washington, que aunque los términos establecidos por el organismo multilateral de crédito generan un impacto negativo en la productividad argentina, eran medidas que debían tomarse porque el país “no podía continuar con la crisis financiera de abril del 2018”. 

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Aunque la inflación anual acumulada de 2018 cerró en 47,6%, la cifra más alta desde 1991, y en marzo la cifra interanual alcanzó el 51,3%, el economista advirtió que es un número que se encuentra bajo control del Gobierno.

“Creo que las cosas en la Argentina se están haciendo bien, el tipo de cambio se está estabilizando. La inflación sigue alta pero yo diría que está contenida, y se espera un crecimiento positivo" para el 2020, apuntó. 

En sintonía con Lagarde, respalda el Banco Mundial el rumbo económico del Gobierno de cara al 2020

En ese sentido, sí criticó las restricciones del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario dentro de las bandas y señaló que la capacidad para evitar fluctuaciones del tipo de cambio "es una buena práctica" de los bancos centrales.

El informe del Banco Mundial en tanto, establece que la planificación respecto a la estabilización del dólar a principio de año fue exitosa y que fue el ajuste fiscal lo que produjo un revés en la actividad económica y en el precio de la moneda nacional. El trabajo prevé que la economía caerá un 1,3% este año, pero con un aumento del 2,9% para el año que viene.

Vegh explicó que resulta lógico que haya un impacto negativo en el crecimiento por la política monetaria “sumamente restrictiva”,  pero que era un “mal necesario” para detener las corridas bancarias.

Tal como lo indicó Héctor Torres, el BM se adhiere al posicionamiento del FMI y del Gobierno, al entender que el supuesto subyacente del problema inflacionario está relacionado directamente con el balance del Banco Central.

Por otro lado, al igual que Lagarde, advirtió que desde la Rosada se está haciendo un esfuerzo para "proteger a los pobres y a los vulnerables de los efectos negativos de la recesión".

La entidad, que a grandes rasgos apoyó al Ejecutivo nacional, reconoció que Macri será puesto a prueba y que las decisiones que tome de ahora en más en favor de cumplir las metas de ajuste en año electoral, serán seguidas de cerca.