En la letra chica, el FMI podría eximir al Tesoro de pagarle al Banco Central los us$12 mil millones que el gobierno de Cristina le sacó a cambio de Letras Intransferibles. De esta manera, podría frenarse la migración de pasivos del BCRA a Bonos del Tesoro hasta que el Gobierno consiga los dólares para seguir con el enroque. A largo plazo, el Gobierno insiste en achicar el stock de Lebacs, recuperar la confianza de los mercados a través del ajuste y blindar los vencimientos con el préstamo del Fondo.