Mientras sostiene que la expresidente Cristina Fernández de Kirchner debería estar presa y asegura que la situación social es peor que la del 2001, Eduardo Duhalde pasea por todas las pantallas para postular al conjunto de peronistas "dialoguistas” que, en silencio, se apuntan para la carrera presidencial. Principal vocero del prudente Roberto Lavagna, el expresidente aboga por una gran PASO nacional. La estrategia del sacrificio en el prime time: cerrar la grieta y levantar al PJ.

En las últimas semanas, quien supo gobernar entre enero de 2002 y mayo de 2003 trabaja en tarea de cerrar la grieta y acabar con la polarización que coloca a Cambiemos y a Unidad Ciudadana como las fuerzas con mayor intención de voto. En el mismo minuto, Duhalde afirma que "Macri no tiene condiciones para ser Presidente” y que "Cristina está fuera de combate”. Mientras los candidatos que postula mantienen el sigilo y leen encuestas, auspicia de vocero de todos y se sacrifica a las críticas de todos para resucitar al peronismo.

Duhalde afirma que "Macri no tiene condiciones para ser Presidente” y que "Cristina está fuera de combate”

Detractor manifiesto del equipo del cambio, Duhalde ve a Macri "como el orto” y asegura que el país necesita "un Gobierno de transición” para prevenir una crisis como la que él mismo heredó. En tanto, remarca que la situación social es peor que la del 2001 y que el camino se torna más sinuoso debido a un oficialismo "que no escucha”. Desde las redes lo acusan de golpista, pero hace caso omiso y va donde esté el rating.

Para Cristina tiene dardos parecidos. Asegura que la situación de la expresidenta es análoga a la de Carlos Menem en 2003: piso y techo de algo más de 20% de intención de voto. "Es lo mínimo que puede tener alguien que haya sido presidente”, argumenta. "Ella quiere hablar conmigo, pero no le creo lo que dice”, agrega. En el armado de la resurrección, el kirchnerismo queda afuera del plan de Duhalde.

Con estas dos excepciones -Macri y Cristina-, su abanico de candidatos se extiende a todo el peronismo y él se disfraza de motivador de cualquier pejotista con intenciones presidenciales. En ese marco, impulsa las candidaturas del senador Miguel Ángel Pichetto, el gobernador Juan Manuel Urtubey, el tigrense Sergio Massa y, sobre todo, el economista que surfeó la crisis y ostenta  cuatro años de superávit gemelos, Roberto Lavagna. Su intento por cerrar la grieta conoce límites y también se reúne con el dirigente radical exiliado de Cambiemos, Ricardo Alfonsín.

"Tenemos el candidato que va a ganar y es Roberto Lavagna"

"Tenemos el candidato que va a ganar y es Roberto Lavagna", aseguró Duhalde a los medios en una de sus últimas intervenciones. El economista, por su parte, guarda silencio y mira encuestas. Su imagen sube durante la tormenta financiera pero tiene dudas de que la crisis económica se extienda hasta las elecciones. De todos modos, la tarea fina de Duhalde lo incluye: una gran PASO nacional para cerrar la grieta y despertar al peronismo.