El Palacio del Planalto deberá esperar para recibir a su nuevo dueño. Si bien el candidato ultraderechista, Jair Bolsonaro, está en la puerta de obtener el boleto a la sede presidencial, no logró cosechar el apoyo de más de la mitad del país, por lo que el futuro de Brasil se dirime en un ballotage en el que se enfrenta con el discípulo de Lula da Silva, Fernando Haddad.

El candidato del Partido de los Trabajadores fracasó en su intento por capitalizar los adeptos del exmandatario, quien era el candidato con mayor intención de voto, pese a permanecer tras las rejas por delitos de corrupción y ser inhabilitado para competir en los comicios.

Los casi 20 puntos que separaron en la primera vuelta a Haddad del autoritario Bolsonaro -46,5% contra 28,7%- configuran como una quimera sus chances de llegar al poder. No obstante su principal foco en estas tres semanas fue atesorar los votos del socialista Ciro Gomes, quien finalizó en tercer lugar tras acumular un 12,5%.

Ciro Gomes, el aliado socialista que necesita Haddad para alcanzar a Bolsonaro en el ballotage

En este sentido, el traslado de los sufragios obtenidos por Gomes es vital para equiparar la diferencia: según consignaron las diferentes encuestas en la previa a la realización de los comicios, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña era el único capaz de vencer al militar en una segunda vuelta.

Tras aceptar la derrota, Gomes había adelantado de manera flagrante su postura frente al ballotage. "Haré lo que hice toda mi vida, que es luchar por la democracia y contra el fascismo", enfatizó.