El enfrentamiento entre el fallecido juez federal Claudio Bonadio y Cristina Kirchner fue público durante los últimos años. El titular del Juzgado Federal de Instrucción número 11 contaba en su haber con la mayor cantidad de causas en las que se acusaba a la vicepresidenta y exfuncionarios de su gobierno. Esa situación levantó sospechas sobre el sistema de asignación de expedientes. 

Bonadio hacía 26 años que tenía su cargo. En su rol fue el magistrado que más veces procesó a la expresidenta y fue el primero en llamarla a declaración indagatoria en la investigación judicial que versa sobre el "dólar futuro". 

También le dictó la prisión preventiva en la causa de Cuadernos. Al tener fueros como senadora y ahora como vicepresidenta nunca se efectivizó la medida. La Cámara Federal de Casación Penal  tiene pendiente resolver el pedido de Cristina para que se deje sin efecto la decisión del magistrado. 

Sinceramente

En su libro Sinceramente, Cristina también dedicó apartados para el juez. Allí lo señalaba como “el sicario”. En el capítulo 8 escribió que "la causa de encubrimiento, AMIA II, se inició en el año 2000, luego de la declaración de (Claudio) Lifschitz, y estuvo paralizada durante años, hasta que el juez a cargo, nada menos que el sicario Claudio Bonadio, fue apartado por su inacción manifiesta y denunciado por la propia Cámara Federal que decidió su apartamiento".

Tanto la vicepresidenta como su abogado Gregorio Dalbón habían previsto que el juez intentaría embargar las regalías del libro. El juzgado ordenó el embargo, pero la medida no pudo hacerse operativa ya que Cristina no había cobrado regalías por anticipado.

El libro se convirtió en best seller.
El libro se convirtió en best seller.

Tuits y candena nacional

"No le tengo miedo a ningún juez pistolero, mafioso, o extorsionador", expresó en cadena nacional, en agosto de 2015, Cristina Kirchner haciendo referencia al difunto juez. La enemistad fue manifiesta desde esa declaración hasta los constantes posteos en su cuenta Twitter contra el magistrado.

Las medidas judiciales tomadas por Bonadio fueron cuestionadas públicamente por la actual vicepresidenta, como el secuestro de las bandas y bastones presidenciales de Néstor Kirchner y de ella -de su casa de El Calafate-. También criticó los allanamientos de las oficinas de su hijo Máximo "el día del cumpleaños de su hijo" y el de su casa "durante el cumpleaños de la hija de Florencia".

A su vez, la vicepresidenta manifestó en varias oportunidades que desde el 10 de diciembre de 2015 le armaron "seis causas penales y todas ellas fueron radicadas en Comodoro Py". En ese entonces, hizo hincapié en que de esas seis, cinco estaban a cargo de Bonadio.  En todo momento afirmó la existencia del fórum shopping -el juez de una causa es elegido sin sorteo-.