"Este fue el cagador de Angelici". Rodolfo D'Onofrio bramaba. No era para menos: a sus manos había llegado un documento secreto, elaborado en clave por las más altas esferas del poder, con un único objetivo: destruir a River. "Lo voy a cagar a trompadas", repetía el presidente millonario, bajo la atenta mirada de Federico Bal, quien justo se había acercado hasta su oficina a buscar dos entradas de garrón.

El plan oficial, que consta de 2.500 páginas divididas en 12 capítulos, y que incluye un prólogo de Walter Pico, sorprende por la dureza de los términos y el nivel de detalle. Entre otras cosas, pide perjudicar a River con arbitrajes polémicos, como el de Jorge Baliño el último domingo, frente a Godoy Cruz. "Que les cobren un penal en contra por semana", exige el documento, redactado por un grupo de intelectuales anti-River cercanos a Macri. Entre ellos, el novelista espiritual Ari Paluch y el comentarista Raúl Biaggioni, también conocido como Larry de Clay.

Sin embargo, el ambicioso y controversial paper no termina allí. En uno de los capítulos más fuertes, advierte la necesidad de infiltrar en River "algunos jugadores bien chotos". En ese sentido, menciona especialmente a (Carlos) "el perrito Auzqui", por quien recomienda pagar "lo que sea". Algo similar ocurre con Germán Lux y Milton Casco. "Si los compran y ganan un partido, son magos", se mofa el trabajo, titulado "Cómo mandar al muere a River en siete simples pasos".

"Que juegue Pinola de titular", reclama otro punto saliente del documento, que habría sido supervisado por históricos referentes xeneizes como Cristian Castro, Mario Pergolini y El Arreglo de Campeonatos.

A su vez, y ante la poco probable posibilidad de que nada de eso sirviera, el texto guarda una última carta y es el regreso de Áxel Kicillof al ministerio de Economía. "La idea es que todo se vaya todavía más a la mierda", mencionan fuentes consultadas por El Canciller.

Si bien los dirigentes de River mantuvieron un riguroso silencio hasta las cuatro y veinte de la mañana de hoy, se espera que D'Onofrio o alguno de sus principales asesores enfrente hoy a la prensa. "Puede ser, no sé", le dijeron a este cronista.

Por lo pronto, trascendió que habría en marcha un pedido de audiencia con Macri, otro con Chiqui Tapia y uno más con Mariano Iúdica. "Me imagino que con Tapia van a hablar de fútbol; los otros dos, ni idea", sentencia una fuente con acceso al despacho presidencial de Núñez, en el cual se respira un aire de venganza. "Que se agarre Angelici, va a llorar más que el Diego en la entrega de premios de Italia 90", advierte. Habrá que ver si cumplen con las amenazas.