Durante el fin de semana largo y en pleno debut del confinamiento total para intentar paliar la segunda ola de la pandemia, un millón de vacunas de AstraZeneca llegaron en dos vuelos distintos entre el domingo y el lunes. Además, durante esa última jornada, arribó a Ezeiza un avión de Aerolíneas Argentinas con 609.965 dosis del componente 1 de Sputnik V.

La estrategia del Gobierno de respaldarse en la recepción de vacunas para mitigar el fastidio de la ciudadanía por las restricciones extremas y llegar mejor a las próximas elecciones incluyó un viaje a México y Cuba de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la asesora presidencial Cecilia Nicolini.

El Gobierno se respalda en la llegada de vacunas para aliviar el fastidio por el confinamiento y llegar mejor a las PASO

Argentina y México producen de manera conjunta la vacuna de AstraZeneca. El gobierno argentino promueve desde hace semanas el desembarco de las dosis que ya abonó. De un total de 22,4 millones, sólo recibió este lunes 843.000.

¿Posicionamiento geopolítico o intereses “non sanctos”?

El enojo de la ciudadanía no sólo radica en que el confinamiento total y las eventuales restricciones “intermitentes” atentan contra su actividad económica. Sino que, ante la escasez de vacunas, la sociedad se pregunta por qué la administración central todavía no cerró acuerdos con empresas estadounidenses que permitan aplicaciones con Pfizer, Moderna o Johnson & Johnson.

Encima, ve cómo famosos y hasta el expresidente Mauricio Macri viajan a Estados Unidos a ser inoculados con dosis de esas compañías.

Por su parte, la oposición huele sangre y clava el aguijón: la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, apuntó contra el exministro de Salud Ginés González García, quien tuvo que renunciar a su cargo en medio del escándalo del “Vacunatorio VIP”. La exfuncionaria macrista lo acusó de pedir “un retorno” de dinero para cerrar un acuerdo con Pfizer, con el fin de producir y distribuir la vacuna de esa empresa en Argentina.

“Gines González García dijo que, para firmar un contrato con Pfizer, tenía que haber un intermediario, que es el mismo de AstraZeneca, Hugo Sigman. Y Pfizer le dijo que no se podía, que debían ser efectivos en el tiempo y la forma de producción de la vacuna. La actitud de González García fue intentar tener un retorno. Eso el Presidente no lo ignoraba”, sostuvo Bullrich en diálogo con LN+, al ampliar también a Alberto la mancha del presunto pedido de coima.

El mismísimo primer mandatario, desde su cuenta de Twitter, salió al cruce de la jefa del PRO y calificó como “absolutamente falsa” la denuncia, además de anticipar que le iniciará “acciones legales”.

González García, por su parte, también rechazó la acusación. En diálogo con Radio 10, expresó que la exfuncionaria macrista dice una “manga de locuras” y aseguró que Bullrich “da vergüenza”.

A su turno, Pfizer, en un breve comunicado de prensa sostuvo que "no ha recibido peticiones de pagos indebidos en ningún momento".

El eje Buenos Aires-La Habana

El miércoles Vizzotti y Nicolini partirán desde México rumbo a La Habana. En el país caribeño buscarán conocer en detalle los avances de las vacunas Abdala y Soberana 2, dos de las cuatro que están en desarrollo en esa nación.

Procurarán así interiorizarse del proceso de producción ante la posibilidad de colaboración entre ambos países. El Gobierno cree que puede favorecer con esas eventuales dosis a la población argentina e incluso a la del resto de Latinoamérica, participando en la cadena de elaboración.

La primera semana de mayo las dos funcionarias habían mantenido una reunión virtual con autoridades cubanas, para avanzar en la negociación al respecto. Entre otros, conversaron con el ministro de Salud Pública de la nación caribeña, José Angel Portal.

A fines de abril el presidente argentino confirmó que negociaba la compra tanto de la Soberana 2 como de la Abdala con su par de Cuba, Miguel Díaz Canel. “Estuve hablando con el ingeniero Díaz Canel. Cuba ha hecho un trabajo que todos los científicos dicen que es maravilloso, muy importante, desarrollando una vacuna que se llama Soberana, que tiene dos versiones, que está en fase 3″, dijo Alberto por entonces.

Argentina necesita aumentar el ritmo de inoculaciones en un contexto de récord de contagios y muertes por coronavirus. El Gobierno lo sabe y trabaja en ese sentido, pero con un ojo puesto en las próximas elecciones.