Decía Juan Domingo Perón que la sorpresa es un factor que permite sacar ventaja porque es mediante ella que uno desarma al adversario político. Cristina nuevamente hizo uso de esta herramienta para sacudir -otra vez- el escenario político con una jugada magistral y dejar al oficialismo, que esperaba su candidatura presidencial, en offside. Finalmente, irá por la vicepresidencia.

El anuncio no fue a través de un multitudinario acto. Tampoco se esperaba que algo así sucediera tan prematuramente, sino cerca del cierre de listas. A último momento. Pero fue con tiempo de anticipación, a través de las redes sociales, un terreno al que siempre el kirchnerismo le rehuyó y ahora parece tomarle la mano. Una adaptación a los tiempos que corren.

El cambio y la sorpresa: golpea Cristina el tablero electoral

En principio, elegir al ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner parece ideal para lo que quiere Cristina de su frente ciudadano: un hombre de consensos y diálogo que puede guiar a la Argentina hacia la salida de la crisis.

A su favor, no está ligado a la corrupción, con lo cual se desactiva cualquier intento mediático o judicial de atacarlo por esa vía. A su vez, al estar CFK en la fórmula se asegura la transferencia del 100% de los votos del núcleo duro como base para comenzar a crecer.

Por otra parte, Alberto Fernández posee buena llegada al círculo rojo y más precisamente con el Grupo Clarín. ¿Se vienen tiempos de pactos de no agresión?

Alberto Fernández parece ideal: un hombre de consensos y diálogo que puede guiar a la Argentina hacia la salida de la crisis.

La decisión es una forma de tender puentes con el peronismo alternativo. Alberto Fernández es ideal para negociar posibles acercamientos en torno a la fórmula Fernández-Fernández, particularmente con Sergio Massa, con quien tiene una buena relación.

Con la noticia reciente, el tigrense afirmó que siente respeto por Alberto y que se encuentra a favor del diálogo. ¿Se estará cocinando una candidatura en la provincia de Buenos Aires? En ese caso, Alternativa Federal quedaría huérfano y Lavagna, muy relegado.

Por último, Cristina se corre del eje central. Macri, Marcos Peña y Durán Barba soñaban con una campaña electoral que girara en torno a la ex presidenta. Ahora, con ella corrida al costado, hablar de la crisis se hará inevitable. ¿Macri evaluará resignar su candidatura? ¿Alguna “dolencia” podría bajar al presidente? Habrá que esperar.

Macri, Marcos Peña y Durán Barba soñaban con una campaña electoral que girara en torno a la ex presidenta. ¿Macri evaluará resignar su candidatura?

Así las cosas, Cristina cambió y aprendió de sus errores. Sorprende con los tonos, las decisiones y las formas que demuestran la capacidad de autocrítica de la ex presidenta.

Sabe que los errores que propiciaron la derrota de 2015 le costaron muy caro a todos los argentinos y que hoy la grandeza está en saber qué lugar ocupar para que el 10 de diciembre Mauricio Macri haga las valijas para partir rumbo a Europa.

Cristina movió las piezas, el jaque está cantado, ¿será jaque mate?