La decisión de colocar el aborto como cortina para evitar otros temas mucho más espinosos - como la economía- actúa en varias capas de relaciones de poder para el presidente Mauricio Macri. Una de ellas, quizás la más importante, es la relación del jefe de Estado con el Papa Francisco. Bergoglio, el alter ego del sumo pontífice, jamás le perdonó al mandatario el uso del tema con fines electorales y políticos. No es solamente eso. Según el columnista político de La Nación, Joaquín Morales Solá, “La decisión de Macri afecta incluso al Papa dentro de la Iglesia universal, porque podría sugerir que no tiene influencia en su propio país”.

El aborto y una visita imposible: revela Joaquín la nueva tensión entre Macri y Francisco

 

Según Morales Solá, “La versión que le llegó al Papa es que fue un recurso distractivo, una mera herramienta para sacar al Gobierno de incómodas discusiones”. Sea como fuere, la relación entre Macri y Bergoglio echó sal sobre la herida que provocó el asesor ecuatoriano y gurú de Cambiemos, Jaime Durán Barba: resulta que en noviembre del 2015, a pocos días del balotaje que enfrentaría a Macri con Daniel Scioli por la presidencia, el consultor dijo: “si una señora quiere abortar, que aborte”. Según detallan, fue un límite que no debió cruzar jamás. El malestar fue tan grande que el propio Macri tuvo que salir a apagar el incendio. “Son a título personal y no representan mi pensamiento ni el del espacio que lidero. Siento un profundo respeto y admiración por el Papa Francisco y en lo personal, estoy a favor de la vida”, dijo el funcionario al dar nacimiento a la retórica del tema que exhibió en el Congreso.

No fue lo único que dijo Durán Barba: "Lo que diga un Papa no cambia el voto ni de diez personas aunque sea argentino o sueco". No obstante, la “guerra fría” que mantienen ambos se inició mucho antes. Radica desde el 2012: tras un fallo de la Corte Suprema sobre la interpretación del artículo 86 del Código Penal  sobre el aborto no punible, la Ciudad se convirtió en uno de los primeros distritos en poner en práctica un protocolo de esta envergadura en los hospitales. No obstante, (y más allá de que muchos de Cambiemos comulguen con el catolicismo y todo lo que eso conlleva) cuando hubo que votar en el Congreso las cosas quedaron claras. Cuando se votó la ley de matrimonio igualitario, el voto fue dividido, aunque mayormente en contra: cuatro apoyaron la ley (36%) y seis se opusieron. Cuando se votó la ley de fertilización asistida todo el bloque se abstuvo.

El aborto y una visita imposible: revela Joaquín la nueva tensión entre Macri y Francisco

“‘No queremos distanciarnos del Papa’, ha dicho en estos días el jefe de Gabinete, Peña. La distancia ya existía y se agrandó ahora. Imposible que esa brecha se cierre hasta que, por lo menos, concluya el debate sobre el aborto y se conozcan sus conclusiones”, cuenta Morales Solá y concluye: “Pasará mucho tiempo antes de que Francisco y Macri vuelvan a verse”.