Mauricio Macri ya prepara las valijas. El Presidente sabe que en sólo dos semanas termina su residencia en la Quinta de Olivos y deberá buscar hospedaje, incluso luego de la venta de su histórico departamento en la avenida Libertador.

Más allá de los quehaceres inmobiliarios, Macri tiene por delante una última prueba antes de la entrega del bastón presidencial. Será en la marcha del 7 de diciembre, difundida en redes sociales como el #7D.

La propia generación del acto permite entender la importancia de la convocatoria para el jefe del Ejecutivo nacional. Luego de la derrota en octubre, los seguidores de Juntos por el Cambio fantasearon con una despedida, a todo trapo, el 9 de diciembre: un día antes del cambio de mando.

Al principio desde Presidencia descartaron el acto. "No hay nada", habían indicado a este medio semanas atrás. Pero las cosas cambiaron. El Presidente convocó al acto, cambió la fecha para el sábado 7, y se empezó a mentalizar para despedirse de sus militantes en Plaza de Mayo.

"Seguro van a estar él y Juliana (Awada)", contó un vocero de la Casa Rosada, quien no confirmó si también estará Miguel Ángel Pichetto o bien, el gabinete nacional.

Según trascendidos en distintos medios, Macri prefería estar en el balcón sólo con su esposa.

Oposición

La decisión de ser el único orador y, sobre todo, de realizar el acto, viene a colación sobre el interés de Macri de permanecer en la arena política local.

Lejos quedaron los rumores de un exilio en España o Italia. En ese sentido, no extrañó el discurso de este lunes, al inaugurar una estación de la línea Belgrano. "Seguiré donde me toca, tratando de aportar desde una oposición constructiva y responsable".

En plan de coordinar quienes se pararán en la vereda de enfrente del Frente de Todos, Macri agregó: "Ojalá que esta etapa de ellos arranque con vocación de verdad, de diálogo, tolerancia e integración. Y, si no, hoy hay un grupo consolidado que representa a más del 40 por ciento de los argentinos, que estamos decididos a participar y ayudar, pero también a poner límites a las cosas en las cuales no creemos".

Macri sabe que el liderazgo será peleado por otros dirigentes que son parte de la alianza Juntos por el Cambio. A las ya conocidas declaraciones de Alfredo Cornejo, esta semana se sumó el diputado radical José Cano.

"A partir del 10 de diciembre empieza otra historia", dijo a Futurock el legislador tucumano. Macri lo sabe, por eso, primero tiene en mente el día 7 de ese mismo mes.