Pagos diferidos, uso exclusivo de los dólares y plazo de gracia: el esqueleto del nuevo acuerdo con el FMI
Sin revelar el monto, el Gobierno precisó que el "Programa de Facilidades Extendidas" durará hasta 2035. Los desembolsos se usarán para cancelar Letras Intransferibles del Banco Central y la deuda del pacto firmado en 2022.
De cara al acuerdo negociado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno informó este martes a través de la firma de un decreto presidencial que se trata de otro Programa de Facilidades Extendidas -o Extended Fund Facility (EFF)- que durará hasta 2035 e incluirá pagos diferidos, un uso exclusivo de los dólares y un plazo de gracia de cuatro años y medio para iniciar la devolución del capital.
Aunque el Decreto 179/2025 -por el cual el Ejecutivo de Javier Milei aprobó la rúbrica del entendimiento y que será tratado en la Comisión Bicameral Permanente del Congreso- no especifica el monto final de la operación, hay rumores que hablan de un desembolso de USD 12.000, mientras que otros arriesgan que sería de USD 20.000.
Lo que sí puntualiza la normativa es que el financiamiento será destinado a la cancelación de las "Letras Intransferibles en dólares estadounidenses en poder del Banco Central de la República Argentina" (BCRA) y de "las operaciones de crédito público celebradas en el marco del Programa de Facilidades Extendidas del 2022 cuyo vencimiento opere dentro de los cuatro años de la suscripción del acuerdo a celebrarse".
Sobre el primero de los puntos, el decreto señala que se buscará liquidar "de manera urgente una parte sustancial de la deuda" que el Tesoro nacional mantiene con la autoridad monetaria. En este marco, se presume que los fondos frescos serían inferiores a USD 23.000 millones, según la revaluación de ese activo realizada al comienzo de la gestión de La Libertad Avanza.
Además, precisa que "a tal efecto, se tomará la Letra Intransferible de vencimiento más cercano", es decir, la "emitida originalmente" el 2 de junio de 2015, que caduca el 1° de junio de 2025; y "sus subsiguientes en orden cronológico".
También aclara que habrá un plazo de gracia de 4 años y medio hasta que la Argentina deba iniciar la devolución de divisas al FMI. Según cálculos de la consultora EcoGo, el país debería retornar en ese período USD 13.100 millones de capital, cuya cancelación sería postergada hasta 2029.
En los considerandos de la normativa, el Gobierno advirtió que "las restricciones al mercado de cambios deben continuar siendo liberalizadas" ya que constituyen un factor que "reduce la eficiencia de la economía y dificulta la inversión de largo plazo".
Asimismo, subrayó que "contar con un nivel satisfactorio de reservas es vital para la reducción del riesgo país y para que se aumenten las facilidades para la reinserción de la República Argentina al mercado de capitales internacional".
En este marco, alertó que "la falta de adecuación entre los pasivos de la autoridad monetaria y los activos externos líquidos con los que cuenta para hacerles frente puede repercutir en la disminución del valor esperado de la moneda doméstica y, en consecuencia, en un posible aumento de la inflación".
De todas formas, el decreto deja entrever que los dólares que envíe el organismo liderado por Kristalina Georgieva no se usarían para intervenir el mercado cambiario ya que indica que "deberán ser utilizados exclusivamente para cancelar deudas del Tesoro Nacional con el Banco Central y deudas con el Fondo Monetario Internacional".