A poco más de una semana del primer desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 12.000 millones, la directora gerente del organismo multilateral de crédito, Kristalina Georgieva, reiteró este jueves su apoyo al programa económico de Javier Milei y aseguró que "Argentina ha demostrado que esta vez es diferente".

Durante una conferencia de prensa realizada en Washington en el marco de las Reuniones de Primavera de esa entidad y el Banco Mundial, la economista búlgara se refirió también a la política local y, en alusión a las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre, reclamó "que no se descarrile la voluntad de cambio".

En cuanto a los riesgos que podría enfrentar la Argentina -sobre todo por el contexto global, aunque sin dejar de mencionar los desafíos "a nivel interno"-, la titular del Fondo destacó la fortaleza del país al considerar que "esta vez hay determinación para encaminar la economía de manera sólida".

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En este sentido, Georgieva puntualizó que "se pasó de un alto déficit a un superávit, de una inflación de dos dígitos a una cifra que, en febrero, bajó del 3%; de una pobreza superior al 50% a una actual de alrededor del 37%" y agregó: "Sigue siendo muy alta, pero está descendiendo".

Asimismo, celebró que "el Estado se está retirando de donde no debe estar, para permitir mayor dinamismo del sector privado" e hizo hincapié en que "cuando se anunció el programa, el impacto inmediato en los mercados fue positivo".

"Uno de los riesgos para Argentina hubiera sido que se quedara sola en este proceso de estabilización macroeconómica", advirtió la directora gerente del FMI y subrayó: "Ahora el país no está solo. Nosotros estamos presentes, el Banco Mundial está presente, y el Banco Interamericano de Desarrollo está reforzando su apoyo".

Según su análisis, los peligros "incluyen un empeoramiento del entorno mundial", aunque también mencionó que "a nivel interno, el país va a elecciones en octubre" y aprovechó para hacer una sugerencia exenta de imparcialidad: "Es muy importante que la voluntad de cambio no se descarrile. Hasta ahora, no vemos que ese riesgo se materialice. Pero yo le pediría a la Argentina que mantenga el rumbo".