87.000. Ese es el total de minutos que cumplieron los argentinos con el aislamiento social obligatorio. En estos dos meses (o 62 días, para continuar con las cifras exactas) pasó de todo: Alberto Fernández centralizó todas las decisiones gubernamentales -con los primeros cambios de Gabinete incluidos- se cerraron las fábricas (y empiezan, lentamente, a reabrirse), el CONICET creó un test rápido para detectar casos de coronavirus, el Congreso inauguró una sesión histórica y por ahora, en ningún rincón del país, está permitido organizar un asado con amigos.

La primera certeza de ese balance bimensual es por la negativa: no, nadie sabe cuándo terminará la cuarentena que empezó el 20 de marzo. Desde el Gobierno no quieren dar falsas expectativas y, por ende, en el grupo de WhatsApp que reúne al equipo de asesores epidemiológicos se repite el mantra de "no dar fechas", pese a la búsqueda constante de los periodistas.

La cuestión sanitaria fue, desde el minuto uno, el objetivo central de Presidente. En ese sentido, algunos datos respaldan a este "encierro" con flexibilizaciones. El total de infectados en estos 62 días fue de 9.931 personas y la cantidad de muertos superó la barrera de los 400: son 416 fallecidos al cierre del 21 de mayo.

Estas cifras son relativamente bajas en comparación, ya no con las planillas de los países europeos, sino con naciones de la región (Perú, Chile, Colombia y, por su puesto, Brasil), salvo algunas contadas excepciones. Y con números en mano, el jefe de Estado reafirma su decisión de extender la cuarentena.

En diálogo con El Canciller, el presidente de la Sociedad de Infectología Argentina, Omar Sued remarcó que un dato esencial para evaluar la cuarentena es la evolución de la tasa de reproducción (TR=) para conocer la potenciabilidad de contagio. Y allí depende qué parte del vaso se quiera observar: de un TR cercano a 2 antes de la cuarentena, se llegó a bajar al 1,18 el último 20 de mayo. Pero ese último registro no es el más bajo sino que también representa un aumento. El 3 de mayo, por caso, la tasa de contagio era de 1,08.

La tasa de reproducción del virus. CABA y Buenos Aires, los dos números más altos.
La tasa de reproducción del virus. CABA y Buenos Aires, los dos números más altos.

La pelea principal

La mayor preocupación, claro está, aparece en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Así lo expresó el propio Fernández, al habilitar la 'Fase 4' en todo el país menos esa zona y lo remarcan, también, tanto Axel Kicillof como Horacio Rodríguez Larreta. La disparada de casos, la muerte de Ramona y la diferencia de criterios en las habilitaciones generaron un clima de tensión que ambos jefes provinciales intentan  amainar durante la cuarentena.

Pero lo que moviliza esta disputa no es ni un mapa en Twitter ni las declaraciones cruzadas en radio y televisión, sino que parte de la espalda que posee cada distrito para soportar las personas infectadas de COVID-19. En ese sentido, los periodistas Pablo Ibáñez y Esteban Rafele en Guosap, divulgaron que el límite que aguantaría la Provincia sería de 400 contagios diarios. A partir de allí, se desbordaría la atención médica. En CABA, en cambio, el techo sería un poco mayor. Por eso la diferencia de criterios.

Eso sí, si se dispara la curva de infectados a las cuatro cifras, no hay estructura médica que aguante.

Ante esta amenaza, las tres patas ejecutivas (Nación, Provincia y Ciudad) debatieron las alternativas para frenar la escalada. Y la solución no sería la de una "marcha atrás", como pidieron varios editorialistas, luego de alcanzar 6.919 positivos en el AMBA (que representa 75% de todo el país), sino el énfasis está puesto en evitar que los focos se extiendan por todos los barrios. Allí aparece la alerta ante el aumento del lujo de pasajeros en el trasporte público.

Por eso, el Gobierno ya tiene listo un software para regular la cantidad de pasajeros en trenes, con un plan de reserva de pasajes como obligatorio para subir a las formaciones. La prueba beta será el próximo lunes en la línea Mitre.

En Transporte tampoco descartan limitar la SUBE para los "trabajadores esenciales", que causó varias controversias por su posibilidad de aplicación. "La herramienta está en desarrollo. Sólo se utilizará en caso de que aumenten los números", comentaron a este medio desde la cartera que maneja Mario Meoni.

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Números rojos

Tanto la Fase 3 de AMBA como el siguiente nivel para el interior del país, permitió un lento proceso de reactivación del mercado interno. Es que se habilitaron tanto los locales de cercanías, como algunas fábricas en polos industriales, parte de la construcción y hasta gimnasios y bares. Estos últimos, solo en algunas provincias que no registran nuevos casos.

Matías Kulfas, ministro de Producción, renueva minuto a minuto todos los permisos de la actividad económica. En su última actualización, el ministro proyectó que para fines de mayo, la industria estaría al 70% de su capacidad.

Sin embargo, esta flexibilización no contribuyó a que el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) desaparezca durante el segundo mes de cuarentena. Ni mucho menos. El Gobierno ya garantizó el pago de la mitad de los sueldos para mayo a todas las empresas inscriptas en el listado de asistencia. Entre ellas, varios pesos pesados, como Techint y Clarín.

Los números, claramente son negativos. En marzo la caída de la economía fue del 11,5% , la mayor baja desde el 2009. Y eso que en el tercer mes del año solo hubo 10 días de cuarentena, por ende, los números de abril serán aún peores.

La exportación también fue otro índice con cifras en rojo: el comercio internacional cumple una parte importante del sector automotor nacional, donde Abril arrojó un número redondo: cero. No se fabricó ningún auto en todo el mes.

La misión de Guzmán

En el otro plano económico vital para el Frente de Todos sí se empiezan a ver certezas. Argentina no va a pagar, por ahora, los 503 millones de dólares que les adeuda a los bonistas. 

¿Llegó, entonces, el default? No se sabe, porque si bien el plazo de 30 días de gracia ante el primer incumplimiento se cumplía este viernes, la negociación con los acreedores sigue en pie, al menos según las últimas declaraciones del ministro Martín Guzmán.

guzmán
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De acuerdo a los trascendidos -ya no semanales, sino diarios- las posiciones están mucho más cerca que luego del rechazo casi unánime de la primera propuesta del elegido por Fernández. La crisis financiera global, la asunción de Carmen Reinhart al frente del Banco Mundial, la "afinidad" de Hernán Lacunza sobre la decisión de Guzmán y los comunicados optimistas del FMI podrían ser algunos de los últimos de los contrapesos que inclinan la balanza para alcanzar el acuerdo.

Sin embargo, el analista Carlos Pagni difundió cuatro nombres que darían la llave a un entendimiento mayor: Larry Fink, director del fondo BlackRock -uno de los mayores tenedores de deuda argentina-; el ex director de YPF Miguel Galuccio,; David Martínez, director de Fintech y con grandes acciones en Clarín; y Cristina Fernández de Kirchner. Cuatro personalidades que, aún si se pudiera, igual no se juntarían a cenar un viernes por la noche.

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Congreso, de la sesión histórica a la disputa por la agenda

El Congreso también cambió en estos dos meses. De las reuniones en los despachos y en los cafés de la avenida Rivadavia, la rosca política ahora se trasladó a los chats por WhatsApp y las videollamadas por Zoom.

Las sesiones virtuales -las primeras en la historia- ya son una realidad, tanto en Diputados como en el Senado. El paquete de medidas para el personal de Salud fue aprobado por la cámara Alta durante la jornada del jueves, mientras que la Cámara de Diputados brindó media sanción a los proyectos de educación remota y recetas digitales.

Si vamos al listado de temas a discutir por el Congreso de cara al futuro, se encuentran el tan mencionado impuesto a las riquezas como también, la iniciativa de Fernanda Vallejos -¿con el aval del Frente de Todos?- de incluir al Estado en las acciones de las grandes empresas. Ante esa incógnita, Juntos por el Cambio también deslizó otro proyecto, justamente para impedir la participación accionaria de Nación en las compañías.

"La pelea, en realidad, es por la agenda", especificó un asesor del bloque opositor en Diputados, sobre por qué se discuten proyectos que aún no han tenido tratamiento de comisión. A la siguiente pregunta de si se trataba de manejar la agenda parlamentaria, la respuesta fue contundente: "No, la agenda mediática".

Y además del rol en el Congreso, la oposición también aprovechó la cuarentena para reestructurar su mapa de fichas, con un énfasis en la "renovación" federal. Largas fueron las páginas que se llenaron sobre una interna entre el 'ala dura' del Pro y aquellos que se amparan en la gobernabilidad que mantiene Rodríguez Larreta. Una suerte de halcones y palomas amarillos.

Pero, cada vez que pueden, tanto el intendente porteño como la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, remarcan la afinidad que existen entre ellos. ¿Nacerá así, una alianza para el 2021? 

Fin de balance

Hasta acá, el balance de los primeros dos meses de cuarentena. En la primera edición -del 20 de abril- este medio intentó contactarse con los voceros ministeriales para saber si se extendía el aislamiento durante todo el mes de mayo. La devolución fue unánime: silencio de radio.

Para esta oportunidad se volvió a hacer la misma pregunta, pero con fecha de junio. Mismo procedimiento, mismo resultado.