Durante los últimos días vimos una firme apreciación de nuestra moneda contra el dólar, luego de nuevos anuncios y noticias por parte del Gobierno, entre las que destacamos la posible implementación de máximos y mínimos -lo que llamamos bandas de flotación- y una excelente licitación de LEBACS, que se sumaron al ingreso de nuevos fondos a nuestro país. 

La divisa norteamericana tocó máximos del mes en los $40 y cuando todo hacía creer que se encaminaba hacia su máximo histórico de agosto, retrocedió más de $2 encontrando un nivel confortable, pero todavía incierto. Las bandas de flotación, a partir de diferentes rumores, serían bastante amplias: un techo que va de los $40 a los $44 y un piso de $32 y $36. Si el dólar supera el techo, el Central vendería divisas, si perfora el piso, saldría a comprar. Intervención absoluta. 

Con el dólar cerrando hoy cerca de los $37, todavía tenemos un trecho más que aprovechable en caso de querer ir a tocar este piso, que, de darse, nos encontraría asegurando otra vez el atraso cambiario. Es decir, una inflación por encima de la devaluación, en un país donde los precios ajustan al alza de la moneda, pero nunca a la baja. 

La pregunta instalada en los ahorristas es: ¿esta baja puede ser una nueva oportunidad de compra en un escenario de turbulencia financiera y económica, que lejos está de haber terminado?. El análisis que deberíamos hacer parte de tres puntos que, aunque parezcan distintos, coinciden:

  • El resultado de las negociaciones con el FMI deberán ser la primera luz del túnel. El monto, plazo y condiciones de los adelantamientos que nos hará el fondo serán claves para entender si las obligaciones del gobierno de corto plazo estarán aseguradas. Las exigencias del ente internacional todavía están en discusión, entre ellas la banda de flotación mencionada más arriba. Los montos del adelanto todavía son inciertos, algunos hablan de USD 50.000 millones a USD 70.000 millones del programa con un adelanto de los desembolsos de libre disponibilidad uso en 2020 y 2021, que podrían estar disponibles en 2019. Cifras más conservadoras y reales hablan de un acuerdo inmediato de USD 3.000 y USD 5.000, suficientes para llegar bien al corto plazo. 
  • La tranquilidad externa todavía no es tal. Si bien los mercados emergentes tuvieron una buena recuperación, la volatilidad externa consecuencia de la crisis entre EEUU y China, todavía puede tener traer un daño colateral a nuestro país, que vería su moneda otra vez bajo presión. Vimos una buena recuperación en monedas como la Lira o el Real, pero estas recuperaciones fueron solo expectativas coyunturales. En el caso de Turquía, la intervención del gobierno fue esencial. 
  • El tipo de cambio multilateral real (ITCRM) mide el precio de nuestra moneda con respecto a nuestros 12 principales socios comerciales, en términos relativos, es decir en base a una canasta de bienes y servicios. Con este índice, el BCRA determina que tan apreciado o devaluado está el peso contra el dólar, euro o real, entre otros. Durante 2008, época de superávit gemelos, ese índice se ubicaba en los 159 puntos. Hoy con un dólar en $37,50 y un índice 137, el tipo de cambio “competitivo” se ubicaría cercano a los $45. ¿Estamos dispuesto a perder competitividad? La respuesta es clara.

En conclusión, creemos que, aunque la situación local se normalice, el tipo de cambio en estos niveles puede ser una buena oportunidad para ahorristas con alta aversión al riesgo. La volatilidad externa, la alta inflación y una posible pérdida de competitividad darán presión a la moneda de mediano plazo. 

El miércoles, el Ministerio de Hacienda procederá a la licitación de nuevas LETES (letras en dólares), con vencimiento en abril de 2019, dando una excelente oportunidad para acceder a un tipo de cambio más barato que en un banco. Es decir, si el Banco Nación me vende dólares a $38, con las LETES podré acceder a un tipo de cambio, de, por ejemplo, $37,30. ¿La condición? Esperar a abril del 2019 para cobrar esos dólares. 

Para inversores más calificados, y que esperan una calma cambiaria de corto plazo, podrá ser momento de la vuelta del famoso “carry trade”, lo que se entiende como una colocación en pesos con un resultado superior a la devaluación. Las LEBACS con una tasa anual del 45% es una de las opciones menos riesgosas. 

Dólar estable: ¿una oportunidad para comprar?

ITCRM – FUENTE: BCRA