El nuevo acuerdo con el FMI no termina de entusiasmar al mercado y la semana cierra con números que no aportan tranquilidad al Gobierno, en un contexto de aumento de la pobreza y conflicto social creciente.

Tras comenzar la semana en $37, el dólar subió y cerró hoy a $42,10, una cifra muy cercana al límite máximo acordado por el Ejecutivo para que el Banco Central no intervenga. Si la semana que viene sube, Guido Sandleris deberá apelar por primera vez a la concesión del Fondo de violar compromiso de libre flotación si el valor supera los $44.

Los bonos soberanos en el exterior tampoco reaccionaron bien. Si bien en lo inmediato tuvieron un alza, hoy experimentaron una caída generalizada que en muchos casos superó el 2%, en un gesto de desconfianza de los mercados hacia la nueva política monetaria y fiscal de Cambiemos.

En Wall Street, las acciones de empresas argentinas también registraban mayoría de bajas, en especial para Galicia (-4,8%), Telecom (-4,4%), Supervielle (-3,3%), IRSA (-3,2%), Edenor (-3,1%), TGS (-2,9%), Cresud (-2,6%), Macro (-2,4%), Francés (-2,2%), y Pampa Energía (-1,6%). Sólo registraban alzas Despegar (1,1%), y Loma Negra (3,5%).

En paralelo, para reforzar el "apretón monetario", secar la liquidez de la plaza financiera y ponerle un límite a la demanda de dólares, el Central incrementó la tasa de interés de las Letras LELIQ a 7 días de 60% a 65% anual. En el mercado todavía reinaba la incertidumbre.

Para colmo, el secretario de Energía, Javier Iguacel, anunció hoy aumentos de hasta el 35% en la tarifa del gas por el aumento de casi el 20% en las tarifas del transporte de ese combustible. Los beneficiarios de la tarifa social mantendrán el 100% bonificado del gas hasta el máximo de consumo (que varía según la zona del país), y a partir de allí abonarán el total.