El Banco Central intervino dos días consecutivos con sus reservas para intentar controlar a un dólar que parecía dispararse. El mensaje de Mauricio Macri no tiene tintas medias: no quieren la devaluación de la divisa norteamericana y, menos, que eso se traduzca en los aumentos de precios.

Sin embargo, los vaivenes de la economía y las diferencias discursivas no permiten enterrar la desconfianza que sobrevuela sobre el rumbo del dólar. En medio de la pelea entre el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, sobre las medidas en torno la moneda estadounidense y las estrategias para evitar dar un mensaje negativo al mundo.

Dólar a $21

La noticia que nadie quería escuchar en la Casa Rosada llegó en la mañana del viernes. Luego de cuatro días de fuertes intervenciones del Banco Central, el dólar superó la barrera de los $ 21. Arrancó con una fuerte suba de 37 centavos, a un promedio de $ 21,20 en los bancos.

En el mercado mayorista, donde interviene el BCRA, avanzaba 35 centavos, a $ 20,91.

El jueves, en tanto, el Central intervino vendiendo reservas, pero el dólar igual aumentó y terminó cerrando a $ 20,83. En la semana, la venta de dólares alcanza los US$ 3.394 millones.

Desconfianza e incertidumbre

Por estos días, los operadores financieros, banqueros y analistas vislumbran un desconcierto en el rumbo que elige el Banco Central y una incertidumbre sobre los pasos a seguir en la entidad que presidente Sturzenegger. 

El mercado financiero golpea entonces a la economía del país, pero también provoca turbulencias en la confianza de la sociedad con Cambiemos. Por eso, tanto Macri como Marcos Peña reunieron esta mañana a su mesa chica para establecer una agenda común y consistente para evitar más coletazos financieros con miras a las elecciones del 2019.