Cada 2 de septiembre la Unión Industrial Argentina (UIA) organiza el acto por el Día de la Industria y este año no fue la excepción. Lo que sí llamó la atención (y reavivó la tensión con los industriales) fue el faltazo de Alberto Fernández, Axel Kicillof, Matías Kulfas y Augusto Costa -quienes habían confirmado su asistencia- pero horas antes avisaron su baja, aduciendo que se optaba por una agenda federal. De esta manera, se escribió un nuevo capítulo de los roces que existen entre el Gobierno y la central empresarial desde comienzos de 2020.

A ello se suma que la organización del evento sufrió vaivenes. Hasta la semana pasada -y con el catering preparado- se esperaba que fuera en la fábrica de Baggio en Entre Ríos, pero el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, se enteró, levantó el teléfono y señaló un inconveniente: la empresa mantiene un litigio judicial con el BCRA.

Acto seguido, la central industrial cambió la locación a la fábrica de Cerámica Alberdi que, casualmente, también conllevaba un punto problemático: su dueño y tesorero de la UIA, Martín Rappallini, es investigado por la Justicia por presunta “asociación ilícita” junto al expresidente Mauricio Macri por buscar hacerse de la concesión de la autopista Ricchieri, propiedad del Grupo Indalo. Finalmente el encuentro se hizo allí.

En representación del Ejecutivo nacional estuvieron Ariel Schale y Paula Español, secretarios de Industria y de Comercio, respectivamente. Fernández, en cambio, celebró el día junto a Jorge Capitanich en Chaco; y Axel Kicillof lo hizo en la sede de Marolio, en General Rodríguez.

Tensiones

La cuerda entre ambas partes se venía tensando desde las críticas de José Ignacio Mendiguren a la asunción de Daniel Funes de Rioja como titular de la entidad. El diputado nacional -con licencia- del Frente de Todos, a cargo de la presidencia del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), había señalado que elegir a un abogado laboralista para que presida la UIA era como "elegir a un sepulturero para manejar el quirófano". También, en los primeros meses de pandemia, Alberto Fernández acusó a Paolo Rocca de no colaborar con la situación, por el despido de 1.450 trabajadores.

Durante el acto, Schale apuntó que los industriales "no ocuparon un rol protagónico durante la pandemia" y añadió que la Argentina no será industrial "si no son actores relevantes de ese proceso". Finalmente, enumeró los beneficios económicos que brindó el Gobierno al sector en los últimos 20 meses.

Cuando Funes de Rioja sostuvo el micrófono, contestó que desde el espacio están "convencidos" de su "protagonismo y responsabilidad", aseguró que "hay vocación y participación" y criticó las restricciones a la exportación: “Hay que proteger a la industria frigorífica”.

Alberto Fernández, por su parte, puso paños fríos desde el Chaco: “Cuando se aproximaba el Día de la Industria nos preguntamos dónde conmemorarlo. Allá en Buenos Aires se hizo la celebración central de la UIA y mis saludos a todos los industrial de Argentina. Pero a mí me parecía muy importante, muy relevante, que celebremos el Día de la Industria en el interior de la Patria porque es central para el desarrollo económico y social de la Argentina".