El Frente de Todos empieza a mover sus fichas en el tablero internacional. Alberto Fernández completa su gira por Europa, que incluyó visitas a los mandatarios de Italia, Alemania, España y Francia. Según las palabras del propio Presidente, la principal misión fue conseguir apoyos para la renegociación con el Fondo Monetario Internacional.

Pero no sólo ello: el viaje de Fernández sirvió para ir completando el equipo de embajadores y diplomáticos que conforma la Cancillería argentina. El Presidente medió las internas de su partido con una estrategia definida: repartir -lo más equitativamente posible- las sedes entre los distintos partidos que componen la alianza oficialista.

Los confirmados

Entre las cargos a definir, Fernández buscó, primero, confirmar al embajador argentino en Estados Unidos. Eligió a Jorge Argüello, quien tendrá la misión de ser el representante del Ejecutivo en un contexto de puja por la negociación de la deuda con el Fondo.

El diplomático se anotó su primera victoria con la marcha atrás de EE.UU con la imposición de un arancel para el acero y el aluminio argentino.

El viaje de Alberto a Israel -su primera parada internacional como Presidente- también trajo confirmaciones en materia diplomática. En plena visita, desde el país de Medio Oriente, confirmaron al ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, al frente de la embajada nacional en Tel Aviv.

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Rusia es otro destino que ya tiene una embajadora confirmada. Se trata de Alicia Castro, ex representante argentina en el Reino Unido, en tiempos en que Cristina Kirchner manejaba el Ejecutivo. Para el Frente de Todos, Rusia es un factor influyente en la política internacional, en plena guerra comercial entre China y EE.UU. Así lo expresó a El Canciller un colaborador cercano a Fernández y Kirchner, al analizar la estrategia internacional del Ejecutivo.

Pero más allá de las palabras, lo que pesa son los hechos: una muestra concreta de la alineación con Rusia fue la reunión que mantuvo Sergio Lanziani, secretario de Energía, con los representantes de la firma Rosatom. Según trascendidos, la intención del área es potenciar la producción de energía nuclear: en ese sentido, la compañía rusa conserva la segunda reserva más grande de uranio en el mundo.

Los vínculos de Energía con Rusia y China, en plena tensión comercial con EE.UU.
Los vínculos de Energía con Rusia y China, en plena tensión comercial con EE.UU.

China y España

La embajada en China era un foco de conflicto que fue apagado por el Frente de Todos. El gigante asiático es el principal importador de los porotos de soja argentino. Además, los capitales chinos mantienen varias inversiones en suelo argentino, en especial en materia energética como Vaca Muerta. 

Sabino Vaca Narvaja era un número puesto para ser designado como embajador: hace años es director del Programa de Cooperación y Vinculación Chino-Argentino de la Universidad de La Matanza. Según trascendidos, desde el Instituto Patria también se dio luz verde para la designación.

Sin embargo, desde Cancillería no confirmaban a Vaca Narvaja. Y los planes de Felipe Solá no quedaban definidos: mientras que desde un sector fogoneaban a Alfredo Bascou, diplomático de carrera que estuvo a cargo de la Dirección de Promoción de las Inversiones, otro diplomático de carrera como Luis Kreckler picaba en punta.

Días atrás, Fernández dio por terminado los rumores y confirmó a Kreckler -ex embajador de Brasil y Alemania- en el despacho más grande de la sede diplomática. Vaca Narvaja -licenciado en Ciencias Políticas- quedó por debajo en el organigrama de la embajada y también tendrá un vuelo a Beijing.

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Las internas no fueron ajenas, tampoco, a la sede argentina en Madrid. La embajada en España tiene un peso propio: incluso el propio presidente aspiraba a ser designado en ese cargo, una vez que se había sellado su reencuentro con Cristina Kirchner. Al principio, uno de los nombres que sonaban para reemplazar a Ramón Puerta era, nada menos, que el de Roberto Lavagna. Varios medios lo daban como un número puesto para evidenciar una "alianza" con el Frente de Todos. Emilio Monzó también sonaba para ocupar la residencia en el barrio de Salamanca.

Pero Fernández cumplió con los pronósticos y eligió a un "outsider" del Frente de Todos. El elegido fue Ricardo Alfonsín. "Estoy convencido de estar lo haciendo lo que debo", dijo el hijo del ex presidente y señaló que "no asumirá una responsabilidad partidaria, sino de Estado". Ante las críticas de sus pares de la UCR, Alfonsín indicó que no tiene problemas en salirse del partido.

Latinoamérica

Latinoamérica, por caso, es otra región con lugares confirmados. A la decisión de enviar a Daniel Scioli a Brasil, Cancillería oficializó en estos últimos días la disposición del Presidente de volver a convocar a Carlos "Chacho" Alvarez para la sede en Perú y a Rafael Bielsa, en Chile. Se suman a los representantes en México (Carlos Tomada) y Uruguay (Alberto Irribarre).

Las sillas que faltan ocupar

La ley 20.957 permite que el Poder Ejecutivo nombre excepcionalmente a personas que no pertenezcan al servicio exterior. En un decreto firmado por el ex presidente Carlos Menem ese número se reduce a 25 embajadas: en los otros países deben ser representantes de carrera.

Fernández pretende completar el cupo de representantes "políticos" en el exterior. Las embajadas claves que aún aguardan definición son Francia y Alemania. Según Solá "ya se encaminan los candidatos" de esas embajadas, a la vez que sumó, en ese listado, al representante argentino en Londres.

Sin embargo, no quiso adelantar ningún nombre sobre los posibles candidatos. Además de esas designaciones, los últimos avances del ministro tienen que ver con las remociones en la cartera de Relaciones Exteriores: dispuso los traslados a Cancillería del embajador en el Reino Unido, Renato Sersale Di Cerisiano y de Carlos Foradori, en Ginebra.

Además, relegó a los diplomáticos Roberto García Moritan, Fernando Enrique Petrella y Horge Herrera, tres "retirados" al que el gobierno de Mauricio Macri había vuelto a convocar.

Vaticano

Uno de los puntos más importantes del paso de Fernández por Roma fue la designación del embajador argentino en el Vaticano tras la caída del pliego de Luis Bellando. Desde el Ejecutivo hubo versiones cruzadas: el diplomático era sostenido por Gustavo Beliz pero no consiguió apoyo unánime en el bloque, sobre todo en el Instituto Patria. El detalle que trascendió sobre su estado civil (está divorciado) era, entonces, solo una pantalla.

Pero antes de aterrizar a Italia, el Presidente ya había envió listo el pliego de su candidata a embajadora del Vaticano: se trata de María Fernanda Silva, diplomática de carrera que fue la número dos de la delegación en la Santa Sede hasta 2015. Por esos tiempos, Eduardo Valdés -ahora diputado nacional- cumplía el cargo de embajador.

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Además de su trayectoria en Cancillería, Silva se destaca por su militancia en defensa de los derechos de los migrantes. En el documento, su estado civil figura como divorciada, pero con una excepción. Su matrimonio obtuvo una nulidad canónica por parte de la Iglesia Católica debido a que el ex marido de Silva decidió inclinarse por el sacerdocio. Quien acompañó ese proceso eclesiástico fue Jorge Bergoglio.