La segunda vuelta brasileña se llevará a cabo el domingo 28 de octubre. Contra la mayoría de los pronósticos, Bolsonaro quedó cerca de vencer al candidato del PT, Fernando Haddad, abanderado de Lula da Silva para enfrentar a la derecha, en la primera vuelta, obteniendo un poco más del 46% de los votos.

De hecho, si los mismos resultados se hubieran dado en Argentina, Bolsonaro sería hoy presidente electo, ya que el sistema electoral contempla que con más del 45% de los votos alcanza para ganar la silla presidencial. En Brasil, este piso está puesto en el 50%, por lo que al candidato le faltaron 4% de los votos para acceder al máximo cargo.

Los primeros sondeos dictaban que Bolsonaro obtendría cerca del 57% de los votos en el balotaje, una diferencia más que suficiente para ganar las elecciones. Sin embargo, la última encuesta, hecha por Ibope, acentúa la diferencia de votos a favor del candidato que se califica abiertamente homofóbico y propone una política de mano dura contra el delito y la corrupción, dándole un 59% frente al 41% de Haddad.

Algunos indicios señalan que el candidato predilecto de Macri era Haddad. Si bien era abanderado del PT, partido con amplia vinculación con el kirchnerismo, en la previa a los comicios remarcó que era amigo del presidente argentino. La semana pasada, en diálogo con La nación, Bolsonaro le había enviado un mensaje al Presidente. "Ante todo, un abrazo a Macri, que terminó con la 'Dilma Kirchner'", dijo en referencia a la exmandataria argentina Cristina Kirchner , a quien comparó con la destituida presidenta brasileña Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).

Según la comunicación oficial, Macri y Bolsonaro mantuvieron una cordial conversación en el marco del actual proceso electoral de Brasil y la relación estratégica entre ambos países.

El comercio con Brasil deja un importante déficit fiscal a la Argentina hace varios años y ahora Macri busca revertir esa ecuación, ayudado por el dólar caro para las importaciones y beneficioso para las exportaciones. En ese marco, Bolsonaro promete una economía más cerrada, replicando el modelo de Donald Trump en Estados Unidos, por lo que la relación entre los mandatarios podría ser tensa.