El comunicado oficial llegó desde el propio Vaticano. La invitación estaba hecha y los caminos parecían conducir a un encuentro entre el Papa Francisco y los jugadores de la selección argentina, en Santa Marta.

La idea era que los futbolistas visitaran a la máxima autoridad de la iglesia en su propia casa, pero finalmente la Asociación del Fútbol Argentino rechazó la propuesta para tener un encuentro privado a nueve días del Mundial de Rusia.

Los dirigentes de la entidad del fútbol argentino aseguraron que “los tiempos” no permiten garantizar la presencia del plantel del conjunto nacional que dirige Jorge Samapoli en el Vaticano. 

La polémica en las últimas horas giró en torno a los días libres que el técnico argentino les dio a los futbolistas para que pasen junto a su familia para luego regresar hoy a los entrenamientos que se llevan a cabo en el predio deportivo de Barcelona.

Entonces, ¿no tenía algunas horas el conjunto nacional para visitar al Papa antes de emprender vuelo el próximo sábado a Jerusalén? La realidad es que sí, aunque un viaje de Barcelona a Roma hubiera alargado el viaje final hacia Israel, donde Argentina disputará su último amistoso antes del debut en Rusia, el sábado 16 ante Islandia.

La invitación ya fue rechazada y todavía hace ruido en las puertas del Vaticano. Al parecer, Jorge Sampaoli fue el que definió finalmente no viajar a Italia para evitar el desgaste físico del plante. Igual, la promesa que llegó desde la calle Viamonte es que, sea cual sea el resultado final, el conjunto nacional, con Messi a la cabeza, visitará al Papa una vez terminada la participación en el certamen más importante que tiene el fútbol.

El anuncio oficial

La marcha atrás y el rechazo de la invitación