El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, decidió priorizar a sus intendentes y desoír el reclamo de Mauricio Macri y Jaime Durán Barba: desdoblará las elecciones en su provincia. Así, cumplirá con la Ley Electoral de la provincia, que establece que las primarias deben realizarse el 9 de junio y las generales el 29 de septiembre. Lo anunció en una conferencia de prensa junto al ministro de Gobierno, Lisandro Nieri.

Cornejo había dado la primera señal el viernes, cuando recibió a los intendentes del Frente Cambia Mendoza y usó las redes para adelantar su posición. En ese encuentro, los jefes comunales le trasladaron su principal reclamo: que se respete la normativa provincial tal como fue aprobada y las elecciones se hagan en esas fechas. Eso fue lo que informó el propio Gobierno de Mendoza en su cuenta oficial de Twitter.

La decisión del gobernador expuso la fragilidad de la estrategia de Marcos Peña y Durán Barba: pudieron convencer a los propios (Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal), pero el radical decidió hacerles pagar el costo de haber excluido a su partido de las principales decisiones del Poder Ejecutivo. La autonomía que tuvo el PRO para gobernar, decidió tenerla Cornejo para encarar el proceso electoral. 

Sin embargo, en el oficialismo dejaron trascender otra versión: que Macri le habría pedido a Cornejo adelantar las elecciones para que Cambiemos consiga una victoria importante en el interior antes de la elección nacional, y luego sea candidato a diputado nacional en agosto y octubre para traccionar votos hacia su reelección, ya que el gobernador no puede presentarse para un nuevo período. 

Las encuestas, en cambio, muestran otra realidad: Macri mide en Mendoza menos que Cristina Kirchner y el riesgo de perder la provincia en manos del justicialismo es alto. Cornejo no quiso quedar pegado a la alta imagen negativa del presidente, que según los últimos sondeos, para colmo, está en ascenso. En la reunión del viernes, los intendentes se encargaron de dejarle claro al gobernador que querían evitar el "efecto arrastre" que produciría ese rechazo.