Los médicos de la Conmebol que atendieron al plantel de Boca Juniors, luego del salvaje ataque al micro que los transportaba al Monumental, constataron que todos los jugadores xeneizes se encuentran aptos para jugar el partido, postergado para las 19:15.

Sin embargo, el capitán del equipo, Pablo Pérez, sufrió una úlsera en la cornea de su ojo izquierdo a raíz de un vidrio astillado que se desprendió del ómnibus y debió ser trasladado al Sanatorio Otamendi. El volante mixto, fetiche de Guillermo Barros Schelotto, no podrá ser parte de la final.

Desconfía Conmebol de las lesiones y obliga a Boca a jugar la Superfinal sin Pablo Pérez