Con el presidente Mauricio Macri en plan de descanso en Villa La Angostura y la inflación que trepará al 47 o 48% sobre fin de año, el Gobierno decidió concentrar anuncios negativos para el bolsillo en una misma jornada: aumentos en el transporte, la luz y el gas por arriba de las metas de inflación de 2019.

El objetivo de la Casa Rosada fue descargar todas las noticias juntas para concentrar el impacto negativo y evitar que se extienda en el tiempo. Si bien los aumentos comenzarán a sentirse en los próximos meses, la noticia debía darse y mientras más pronto mejor.

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El jefe de Gabinete, Marcos Peña, estaba a cargo de la Casa Rosada cuando se tomó la decisión de hacer los anuncios en conjunto. Este jueves al mediodía, Peña encabezó la reunión de coordinación y tras participar de ese almuerzo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, se cruzó al edificio de Hacienda para anunciar la suba del 40% en los colectivos, trenes y subtes del área metropolitana.

Poco después, se anunció el aumento escalonado del 55% en la luz y del 35% en el servicio del gas. Así, el Gobierno buscó evitar que las críticas y el impacto negativo de los incrementos se metan en la campaña electoral, luego del año más difícil para la gestión de Macri.

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Las medidas se conocieron también en momentos de escasa actividad en todos los rubros, entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y mientras el presidente Macri sigue de vacaciones en Neuquén, hasta al menos el 10 de enero. Este momento del año también le dio al Gobierno la oportunidad de reducir la repercusión de las subas. Tras el mal trago del anuncio, la Casa Rosada espera ahora que enero pase sin sobresaltos, que Peña pueda tender puentes con Elisa Carrió y que la campaña arranque de lleno en marzo, con la menor cantidad de chispazos internos.