Sin reservas
Uno de los atributos más destacados de Boca durante los últimos meses fue la cantidad de variantes con las que cuenta Guillermo Barros Schelotto ante la ausencia de habituales titulares. Sin dudas, el Xeneize tiene el mejor plantel del fútbol argentino. Pero, ya se sabe, tener un buen plantel no siempre significa tener un buen equipo.
Lo que se vio anoche en el Diego Armando Maradona, en la caída por 2 a 0 ante Argentinos Juniors, invita a encender algunas señales de alerta, pero sin caer en el alarmismo bobo. Con más de la mitad de suplentes, Boca salió “a ver qué onda” y la apuesta le salió mal. Lo grave no es la derrota en sí, sino que los reservas haya demostrado justamente por qué no juegan.
Sin Jara, Goltz, Magallán y Fabra, la línea de cuatro defensores improvisada con Buffarini –uno de los primeros cambios de Guillermo cuando pone titulares y uno de los peores ayer-, Vergini, Heredia y Más fue una invitación a que los delanteros (los volantes y los defensores también) del Bicho atacaran al arco defendido por Agustín Rossi.
En el medio, Sebastián Pérez está muy lejos del nivel que mostró antes de la lesión que lo marginó durante un buen tiempo. El colombiano se cansó de mirarles el número a los contrarios. La ausencia de su compatriota Wilmar Barrios fue, quizás, una de las más sentidas. Bebelo Reynoso sigue sin encontrarle la vuelta a la camiseta de Boca y con la voluntad de Nández solamente no alcanza. Los de arriba también tuvieron una noche para el olvido. Pavón y Cardona no desequilibraron y de un error de Wanchope Ábila en un pase llegó el 2 a 0 de Argentinos. Todo dicho.
Está claro que esta caída no supone un gran riesgo en el camino del Xeneize hacia el bicampeonato, más allá de que los del Mellizo perdieron una linda chance de estirar la ventaja tras los empates de Talleres y San Lorenzo, ante Unión y Tigre, respectivamente. Los cordobeses quedaron a 8 puntos, mientras que el Ciclón e Independiente (con un partido entre sí pendiente), que goleó y podría llegar a prenderse, están a 11. Lejos.
Con actuaciones como la de anoche, da la impresión de que el único que puede generarle algo de peligro a Boca es el propio Boca. El sábado ante Tigre (uno de los que menos ganó en la Superliga: apenas 2 partidos) en la Bombonera, Guillermo seguramente vuelva a poner un equipo alternativo, pensando en el duelo ante River del próximo miércoles por la Supercopa Argentina. Otra derrota y una combinación de resultados de sus perseguidores podrían ponerle algo de picante al torneo llegando a la recta final.