El habitual show de medio tiempo que entrega el Super Bowl en cada edición conllevará este año una polémica que ha atrapado la atención de los habitantes estadounidenses. Luego de recibir innumerables críticas, la popular banda de pop Maroon 5 se presentará esta noche en la ciudad de Atlanta y la expectativa por los pormenores del recital está a la par de la que genera la final de la NFL.

Todo se remite al viernes 27 de agosto de 2016: Colin Kaepernick se desempeñaba como mariscal de campo de San Francisco 49ers, que enfrentaba ese día a Green Bay. Mientras sonaba el himno nacional, el jugador se negó a ponerse de pie, en protesta por los asesinatos de ciudadanos afroamericanos a manos de policías blancos.

Obstinado en ser el pionero de un cambio, el futbolista repitió su postura en los partidos siguientes, en los que comenzó a arrodillarse. "No me voy a poner de pie para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y a la gente de color", aseguraba.

Kaepernick logró propagar su cometido hacia otros compatriotas, y muchos de sus compañeros afroestadounidenses siguieron el ejemplo. No fue un acto menor, teniendo en cuenta que el fútbol americano es un deporte en el que el 67,8% de los jugadores son negros.

Sin embargo, de a poco fue perdiendo lugar en el primer equipo de su club, hasta ser declarado agente libre en marzo de 2017. Desde aquel entonces, ninguna de las 32 franquicias de la liga decidió contratarlo.

En septiembre de 2017, cuando el reclamo fue adoptado por numerosos deportistas, Donald Trump mostró los dientes. "¿No les gustaría ver a uno de estos propietarios de la NFL, cuando alguna persona le falta el respeto a nuestra bandera, decir: '¡Saquen a ese hijo de puta del campo de juego ahora mismo!?", se preguntó.

Kaepernick, ahora devenido en activista por los Derechos Humanos, volvió al centro de la escena en septiembre de 2018, cuando Nike lo escogió para liderar una campaña deportiva con motivo del 30º aniversario del popular lema "Just Do It" y lo describió como "uno de los más inspiradores atletas de su generación".

"Cree en algo, incluso si eso significa sacrificar todo", fue el mensaje que acompañó a la propaganda.

Por esta situación, artistas como Rihanna o la rapera Cardi B desestimaron la propuesta de protagonizar el show de medio tiempo y le dieron un espaldarazo a la causa que defiende el mariscal de campo. 

Al aceptar la propuesta, Maroon 5 fue el blanco de múltiples detractores. Incluso, Roger Waters les pidió que asuman el reclamo: "Los convoco a que se arrodillen en el escenario ante los ojos del mundo en solidaridad con Kaepernick, por cada chico asesinado en las calles". 

La banda determinó la suspensión de la conferencia de prensa previa al espectáculo y Adam Levine, el frontman, declaró que hablarán "a través de la música". En medio de la discordia, el tradicional recital de medio tiempo se llevará todas las miradas del evento deportivo más importante de los Estados Unidos.