El Mundial de Clubes pareciera haber hecho un click en Boca Juniors. El reconocimiento internacional por las actuaciones ante Benfica y Bayern Múnich le devolvieron al hincha xeneize la confianza en el plantel, aunque algunas figuras quedaron despojadas del elogio y tendrían más cerca la puerta de salida, por ser considerados "totalmente prescindibles" para el entrenador Miguel Ángel Russo

En medios partidarios que siguen el día a día del club azul y oro aseguraron que el técnico les pasará la escoba a seis futbolistas: Sergio "Chiquito" Romero, Marcos Rojo, Frank Fabra, Marcelo Saracchi, Agustín Martegani y Lucas Janson.

En primer lugar, el arquero quedó relegado a partir de la derrota ante River Plate a finales del 2024, en el anteúltimo partido de Diego Martínez como entrenador. En aquel juego, el exmiembro de la Selección argentina en dos mundiales -2010 y 2014- tuvo un cruce con la hinchada y, desde entonces, quedó relegado en la consideración de los simpatizantes y de los entrenadores que pasaron. Pareciera que el desempeño que llevó a Boca a una final de la Libertadores se mantuvo solo en el recuerdo.

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Otro en tela de juicio fue Rojo, quien se perdió una importante cantidad de partidos y el defensor tampoco ha jugado en el Mundial de Clubes, otra vez a causa de una lesión. A su vez, su rendimiento dentro del terreno de juego se vio afectado por expulsiones, que en el último tiempo se agravaron por la falta de títulos (el último lo levantaron a inicios de 2023).

Una situación similar sucedería con el colombiano Fabra, quien acumuló imprudencias que el hincha no le perdonó. En 2020 tuvo una temeraria entrada sobre Marinho ante Santos, en semifinales de la Libertadores, y luego repitió con un cachetazo contra Fluminense que impactó en el rostro de Nino, tres años después, por la final del mismo certamen. Se trata de otro relegado cuyo juicio lo sentenció el hincha, a pesar de la devoción que sentía por él Juan Román Riquelme.

A esta lista se le suman el uruguayo Saracchi, el mediocampista Martegani y el delantero Janson, quienes no lograron adquirir regularidad, a pesar de haber tenido sus respectivos momentos con ingresos y titularidades.

De todas formas, el año de Boca se centrará en el fútbol local. En primer lugar, la sequía de dos años sin trofeos fue una de las sogas al cuello que se fue apretando con cada derrota significativa, y que se agravó por la segunda ausencia consecutiva en la Libertadores

Aunque el Mundial de Clubes pueden lucir como una primavera en la que los hinchas inundan las playas de Miami de camisetas azul y oro, la realidad los volverá a golpear con el inicio del Clausura. La esperanza es que pasado el torneo internacional, la vuelta de Russo al banco de suplentes y sus decisiones drásticas le permitan cerrar el año con una sonrisa y un plantel consolidado entre los mejores del ámbito local.