La novela de Leandro Paredes y Boca es interminable. A principios de año, pese al hermetismo de las partes, el volante de Roma no llegó a un acuerdo económico con Juan Román Riquelme y su ansiado regreso después de una década en Europa se frustró. En los últimos días, el presidente del club de la Ribera le acercó a una oferta y, cuando parecían estar más cerca que nunca, el campeón del mundo le puso un freno sorpresivo. 

"¿Es el momento? Vamos a ver", comentó Paredes tras llegar a Miami, donde estará 20 días de vacaciones con su familia tras disputar el martes el partido entre Argentina y Colombia, de las Eliminatorias sudamericanas, en el estadio Monumental.

"Siempre estoy cerca de Boca. Las ganas están, pero no depende de una sola decisión", sostuvo el volante antes de indicar que verá algún encuentro del conjunto auriazul en el próximo Mundial de Clubes.

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"Todavía no hablé con Roma. Terminé ayer una temporada muy larga, quiere descansar un poco. Voy a aprovechar estos 20 días de vacaciones", reiteró sobre su salida por la cláusula de rescisión que tiene con el club de la capital italiana. Y, ante la consulta sobre si se puede sumar para jugar los octavos de final del Mundial de Clubes, si Boca se clasificara, no le cerró la puerta: "No sé, vamos a ver".

Boca integra el Grupo C del torneo y jugará sus dos primeros partidos en Miami, ante el portugués Benfica (el lunes próximo) y frente al alemán Bayern Múnich, mientras que el tercer encuentro lo disputará en Nashville ante el neozelandés Auckland City.

Hasta el momento, el equipo que dirige Miguel Russo sumó dos refuerzos que ya están en camino hacia Estados Unidos: el defensor Marco Pellegrino y volante Malcom Braida.