De película de suspenso y para el infarto. Así fue la victoria por 3 a 2 en tiempo extra que Barcelona logró este sábado en Sevilla ante Real Madrid, que le dio su trigésimo segundo título de la Copa del Rey. 

España se paralizó durante algo más de 120 minutos por este gran clásico, que pagó con creces las entradas. El equipo catalán lo ganaba por 1 a 0 en el primer tiempo, lo pasó a perder por 2 a 1 en el complemento y lo empató a cinco minutos del final. En la segunda parte del alargue, el francés Jules Koundé selló el triunfo y el título.

Con los dirigidos por el alemán Hansi Flick como el elenco más firme de la temporada, los azulgranas no contaron con su goleador, el polaco Robert Lewandowski, y las esperanzas se depositaron en el juvenil Lamine Yamal. Por el otro lado, el francés Kylian Mbappé llegó con lo justo y quedó relegado al banco de suplentes del cuadro merengue. 

Justamente fue el juvenil de 17 años quien firmó la apertura del marcador en la etapa inicial. Tras la lesión del francés Ferland Mendy, la víctima de la habilidad del surgido en Barcelona fue Fran García, que apenas fue un espectador de la asistencia de Yamal a Pedri. El belga Thibaut Courtois, que se mantenía como la figura, voló para la foto.

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El 1 a 0 petrificó por unos instantes a Real Madrid, que revivió durante un lapso -y ante un claro dominio de Barcelona- las contundentes derrotas previas propinadas por el Culé: 5 a 2 en la Supercopa y 4 a 0 en el Bernabéu en La Liga.

En ese segmento de amplia superioridad, Barcelona casi mete un gol olímpico, el técnico italiano Carlo Ancelotti fue amonestado y Mbappé intensificó su calentamiento para intentar revertir el panorama oscuro en el complemento.

Con el francés en la cancha, hubo cambio de mando en el encuentro. Real Madrid se perdió un par de veces el empate, que consiguió a los 70 con un tiro libre del expunta de PSG. Siete minutos después, el francés Aurélien Tchouaméni colocó el 2 a 1.

A cinco minutos del final, otra asistencia de Yamal le permitió a Ferran Torres anotar el empate y mandar la final al tiempo extra. Allí Barcelona no perdonó y el francés Koundé se transformó en el gran héroe de la jornada sevillana. 

El exequipo de Lionel Messi se ha propuesto ganar la triple corona. Ya embolsó la Copa del Rey, está puntero en La Liga y es uno de los semifinalistas de la Champions League. Va en camino.