Múnich y los equipos italianos le sientan bien a los franceses, definitivamente. Como en la temporada 1992-1993 lo había logrado Olympique de Marsella en esta misma ciudad alemana, aunque en aquella ocasión ante Milan, PSG tocó este sábado el cielo de Europa al adjudicarse la primera Champions League de su historia, tras humillar a Inter con una goleada por 5 a 0 en un partido que dominó de principio a fin. 

Los goles del marroquí Achraf Hakimi, de los franceses Désiré Doué -en dos ocasiones- y Senny Mayulu, y del georgiano Khvicha Kvaratskhelia le quitaron al equipo parisino la espina que tenía clavada desde el 23 de agosto de 2020, cuando perdió en Lisboa ante Bayern Múnich por 1 a 0 la única final de este torneo que había disputado y lo posicionaron, además, como el segundo club de Francia que conquista la Orejona. 

Para su entrenador, el español Luis Enrique, la victoria en el Allianz Arena significó su segunda consagración como técnico en el máximo trofeo europeo, después de haber conducido a Barcelona a ganarlo en la temporada 2014-2015. Asimismo, el triunfo le permitió al asturiano mantener su notable invicto en finales (12 de 12). 

PSG fue un orquesta afinadísima en el primer tiempo. Tras unos minutos iniciales de estudio, pero en los que siempre mostró su intención de llevar las riendas del encuentro, los del exentrenador de Barcelona sacaron ventaja con una jugada de fútbol 5, que concluyeron con una electrizante conexión entre el portugués Vitinha, Doué y el lateral marroquí, quien anotó el gol con un toque corto.

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Arranque furioso del PSG para convertir el 1 a 0 contra Inter: Hakimi le puso el broche a una jugada espectacular (Video: SportsCenter).

El conjunto capitaneado por el delantero argentino Lautaro Martínez no logró hacer pie ni mucho menos esbozar una reacción tras la desventaja y poco después sufrió el segundo tanto del rival. El francés Ousmane Dembélé encabezó una contra a campo abierto y cruzó un pase para el talentoso Doué, quien remató y venció al arquero suizo Yann Sommer después de que la pelota rozara en Federico Dimarco.

Lejos de rebelarse ante la marcada superioridad de los de camiseta roja y azul, al equipo de Simone Inzaghi se lo vio apichonado y sin claridad conceptual para entender cómo neutralizar y después dañar a un PSG que hizo lo que quiso en esos primeros 45 minutos, un calco de los que disputó en Londres ante el Arsenal inglés en las semifinales del torneo. 

Costó encontrar a un futbolista del elenco francés que hubiera merecido un puntaje menor a 7 en la etapa inicial, de la que incluso se pudo haber retirado con una diferencia mayor en su haber si Dembélé le hubiera acertado al arco a los 43 minutos desde una inmejorable posición.

Contra letal del PSG y definición de Doué para el 2 a 0 en Múnich (Video: SportsCenter).

Literalmente, el Neroazzurro terminó rezando para que concluyera la primera parte, en la que apenas le hizo cosquillas al arquero italiano Gianluigi Donnarumma con dos cabezazos, uno de Francesco Acerbi y otro del francés Marcus Thuram a los 22 y 37, respectivamente.

Nada cambió en el complemento. El entrenador italiano intentó mejorar a su formación con los ingresos, primero, del polaco Nicola Zalewski y de Yann Bisseck por el francés Benjamin Pavard y Dimarco, y posteriormente con los del brasileño Carlos Augusto y Matteo Darmian por el mismo germano-camerunés -lesionado poco después de entrar- y el armenio Henrij Mkhitaryan, pero fue inútil.

Con una excelsa y consagratoria actuación de Vitinha, PSG movió la pelota, casi no sufrió y marcó otros tres goles -que pudieron ser varios más- para decorar una final que quedará, sin dudas, en el recuerdo, no solo por la gran actuación del ganador, sino porque es la primera vez que un partido decisivo de la Champions League termina con esta diferencia.