Franco Colapinto no ocultó su malestar y preocupación tras una clasificación adversa en el Gran Premio de Mónaco. El representante de Alpine finalizó en la posición 18°, favorecido por las sanciones aplicadas al canadiense Lance Stroll (Aston Martin) y al británico Oliver Bearman (Haas), pero sin encontrar nunca sensaciones positivas al volante. 

"Me fui acercando con las gomas medias. Si hubiera seguido haciendo vueltas, habría mejorado un poco más. No estamos usando el modo motor, teníamos mucha nafta y, aun así, hice casi el mismo tiempo que con la goma blanda", explicó.   

Más allá del resultado, fue claro al señalar una incomodidad persistente con el auto, en especial con el uso de neumáticos blandos. "Cada vez que los pongo me voy para atrás, y no entiendo por qué. La sobrecaliento mucho, es muy difícil en tracción... El auto no tracciona, no salgo de las curvas lentas", explicó.   

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La exigente y técnica pista del Principado de Mónaco dejó al descubierto problemas mecánicos que comprometen el rendimiento del auto en condiciones límite. "Se siente muy duro cuando voy arriba de un piano, de un pozo o de un bache... El auto se empieza a descolocar y nunca para. Es como que sigue saltando, como que nunca podés pasarlo bien", reveló.   

En uno de los pasajes más contundentes de su análisis, Colapinto lanzó un mensaje que podría incomodar al equipo técnico de Alpine: "Perdemos mucho grip en las curvas lentas y no se siente rígido. Es como que la goma de adelante no muerde en la mitad de curva y cuando acelero, la goma trasera está en el aire".   

El pilarense encontró algo de consuelo con los neumáticos medios: "Me sentí mucho más cómodo. No fue una vuelta limpia, pero hice el mismo tiempo que con la blanda; así que algo raro hay. Di saltitos, pero con la blanda seguía estando lejos. Es como que no le termino de agarrar la mano".