Una semana después de la denuncia en su contra por abuso sexual, el senador nacional Juan Carlos Marino rompió el silencio. Aunque no dio detalles sobre lo ocurrido, Marino negó las acusaciones de la empleada del Congreso Claudia Guebel, dijo que está "a derecho" y puso "a disposición del cuerpo" sus fueros como senador.

"Niego haber tenido una situación como la que se ha denunciado", aseguró el radical, que fue el primero en hablar en la sesión. Luego, ante los periodistas que lo esperaban en el recinto, el senador pampeano evitó hablar sobre la acusación de Guebel, aunque afirmó que no tiene "nada para ocultar" y pidió "respetar la división de poderes". También insistió con el tema de los fueros, que se trata de una cuestión simbólica, ya que solo impiden que sea detenido pero no frenan el avance una investigación. Además, en términos técnicos, los fueros de un senador siempre están "a disposición" del cuerpo, que tiene la facultad de votar su desafuero por pedido de la Justicia.

Luego del descargo de Marino fue el turno de la senadora Norma Durango (PJ), también de La Pampa y presidenta de la Banca de la Mujer, que se solidarizó "con las mujeres que han sido acosadas y abusadas, prostituidas y violentadas" y llamó a sus colegas varones a "revisar sus masculinidades y hacerse cargo".

"Hay una era que se ha terminado, una forma inadmisible, intolerable, de tratarnos", sostuvo Durango, que no se refirió puntualmente al caso de Marino pero el contexto lo volvió su referencia inevitable. En una línea similar se manifestó Gladys González, del PRO, compañera de interbloque de Marino: "Llevará tiempo pero no dejaremos de hacer lo que haga falta para construir una sociedad libre de machismo y de patriarcado".

El radicalismo, en crisis por las revelaciones de la empleada del Congreso Claudia Guebel, tiene prácticamente decidido soltarle la mano y varias mujeres del partido ya fijaron su postura al respecto, aunque el Cominté Nacional todavía no se manifestó. Por estas horas, los legisladores radicales debaten la posibilidad de ser ellos quienes impulsen el desafuero de un intregrante de su bloque.

Ayer, el fiscal Federico Delgado imputó al legislador radical por el delito de abuso sexual y le pidió al juez Ariel Lijo que investigue la denuncia que hizo Guebel contra el senador, el jefe de su despacho, Pedro Fiorda, y Juan Carlos Amarilla, otro empleado parlamentario.