Es uno de los premios más esperados del año. El Premio nobel de la Paz, finalmente, fue para Denis Mukwege, médico ginecólogo y activista congoleño, y Nadia Murad, activista de derechos humanos yazidí, destacados por sus "esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados".

"Nadia Murad es la testigo que habla de los abusos cometidos contra ella y otros. Ella ha demostrado un valor extraordinario al relatar sus propios sufrimientos y hablar en nombre de otras víctimas", explicó la encargada del anuncio. "El doctor Mukwege y su personal han tratado a miles de pacientes que han sido víctimas de tales agresiones", dijo a su vez la representante del Comité Nobel sobre el ginecólogo.

Ambos activistas suceden a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), reconocida en 2017 por su activismo para alertar de las "catastróficas consecuencias humanitarias" del uso de este tipo de armamento. Además, en 2016, el galardón recayó en el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por su acuerdo de paz con las FARC, y un año antes el Comité premió la labor del Cuarteto para el Diálogo Nacional de Túnez.

Por su parte, el médico Denis Mukwege, de 63 años, pasó gran parte de su vida ayudando a las víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo. En 1999 fundó, gracias al apoyo de las organizaciones de ayuda internacional, el hospital de Panzi, en la ciudad de Bukavu.

Según los organizadores, para la edición de este año se habían presentado 331 candidaturas, la segunda mayor cifra de la historia tras la edición de 2016. De los 331 aspirantes, 216 correspondían a personas, mientras que las 115 restantes eran de grupos.