El Gobierno necesita con urgencia los dólares del FMI. Necesita que llegue de Washington la buena noticia para encaminar sus chances en las elecciones del 2019. Para sobrevivir, precisa del desembolso del Fondo, que hoy le daría el visto bueno luego de una reunión de directorio.

Sin embargo, la ilusión de una recuperación golpea contra los datos de la realidad: la economía volvió a caer-fue del 1,6% en agosto según el Indec- y, para colmo, anticipan los economistas un nuevo revés en septiembre y octubre.

En este escenario, la inflación también aparece en la agenda de números rojos que escriben Marcos Peña y Durán Barba en la Casa Rosada. Con el fantasma del 50% para fin de año, en Cambiemos son optimistas: creen que la media sanción del Presupuesto colaboraría con una calma en los mercados.

La actividad económica sufrió una caída del 1,6% en agosto

El plan de Guido Sandleris, presidente de Banco Central, viene haciendo efecto: el dólar no presentó grandes cambios y se mueve en torno a los $37, una noticia que en el Círculo Rojo toman con buena percepción.

Pero el panorama no es para nada alentador. La consecuencia del salto cambiario, la aceleración inflacionaria y el alza de la tasa de interés profundizará la recesión en lo que queda del año y prevé un