Cuando comenzamos a entrenar sistemáticamente creemos que los resultados se verán rápidamente. Lejos de eso. Existen estadíos por los que atraviesa nuestro cuerpo y nuestro organismo. Con el correr de los entrenamientos sí podremos notar los primeros cambios.

Hay 4 principios básicos que todo entrenador debe tener en cuenta a la hora de planificar el plan de actividades: adaptación, progresión, continuidad y alternancia.

Con estas herramientas se planifican los objetivos, moldeando así un plan óptimo para cada persona. Si el plan de entrenamiento no tiene coherencia, en algo fallará y pude ser perjudicial.

Principio de adaptación

El organismo tiene la capacidad de soportar y habituarse al entrenamiento. Aparecen cambios fisiológicos en nuestro cuerpo y, por lo general, luego de hacer ejercicio sentimos un desgaste, una fatiga que provoca momentáneamente una disminución del estado físico. Luego el cuerpo se recupera y logra adaptarse a ese esfuerzo, algo que se conoce como supercompensación.

Principio de progresión

Una vez que comenzamos a entrenar nos damos cuenta que nuestro organismo es capaz de superar esfuerzos cada vez más grandes. De manera gradual, se aumenta la carga, intensidad y volumen del entrenamiento para lograr una más sólida adaptación. Es necesario saber que el aumento en las exigencias debe ir de la mano del nivel del deportista.

Principio de continuidad

Una vez que comenzamos con la actividad física, lo ideal sería no dejar de entrenar. Si no es posible hacerlo todos los días, la clave para lograr adaptarnos y sentirnos bien entrenando es que entre el último día de entrenamiento y el siguiente, no transcurran más de dos días. Caso contrario, se pierde la evolución y esas pequeñas adaptaciones del cuerpo.

Principio de alternancia

Cuando se planifica la semana de entrenamiento hay que tener en cuenta que las cargas deben alternarse. No siempre se puede entrenar a altas intensidades. Si corremos a una alta velocidad todos los días vamos a fatigarnos. Recomendamos, entonces, hacer ejercicio día por medio para lograr que nuestro cuerpo se recupere definitivamente. Teniendo en cuenta estos principios básicos, podremos alcanzar nuestros objetivos: desde salir del sedentarismo a planificar una primera carrera. ¡Que no decaiga!