A fines de 2019, al filo de la feria judicial, el juez Claudio Bonadio elevó a juicio oral la parte más “populosa” de la causa “Cuadernos”. Ese expediente fue el que marcó el último tramo de su exposición política y mediática, luego de más de 25 años de carrera judicial.

Cuadernos” atravesaba, en ese momento, una contradicción. Acababa de ser criticada (y en términos más que fuertes) por el fiscal federal Jorge Di Lello y luego la jueza María Romilda Servini avaló esa cuestión. En Comodoro Py, la crítica hacia ese expediente iba en aumento pero Bonadio se encargó de defenderlo y aseguró que se trataba de “una verdadera investigación judicial”.

Los últimos ocho años de su carrera dentro de los tribunales federales de Retiro se caracterizaron por su enfrentamiento con el kirchnerismo. Fue el primero en llamar a indagatoria a Cristina Fernández de Kirchner y también fue el que pidió al Senado de la Nación que le saquen sus fueros para detenerla. Hotesur, Memorándum con Irán, Dólar Futuro lo tuvieron como protagonista. Las tres, junto con Cuadernos, ya están en etapa de juicio oral pero todavía no tienen fecha de inicio. Quedará en las manos de los jueces de tribunal oral definir cuán probadas estaban las investigaciones que realizó Bonadio.

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El juez había cumplido 64 años hace tres días. Había pedido extender su licencia después de la feria judicial hasta marzo. Su juzgado quedará, por este mes, a cargo de Sebastián Casanello. Después, será la Cámara Federal la que designe, por sorteo, quién ocupará ese lugar hasta que se realice el concurso y se realice todo el procedimiento legal para nombrar a un juez.

Bonadio había llegado a su cargo desde 1994 de la mano de Carlos Corach y sin concurso. El mismo juez tenía un cartel en su despacho: “No se preocupe, yo tampoco llegué por concurso”.  Pasaron después el comentario de la servilleta, la causa AMIA, las investigaciones contra el menemismo y la protección que el kirchnerismo le dio hasta hace diez años.

Quienes lo conocían aseguraban que se catalogaba como peronista y una persona que trabajaba intensamente. Con sus colegas siempre tuvo una relación distante. Fueron ellos los que decían que el juzgado de Bonadio era “La Embajada” porque allí no regía la ley argentina.