El juez federal Claudio Bonadio dio por finalizada la investigación de la llamada Causa de los Cuadernos y, tanto la primigenia como otras dos derivaciones fueron enviadas a juicio oral y público. 

En total, el magistrado mandó a juicio a 53 personas por los cuadernos de Oscar Centeno, 14 imputados por el dinero relacionado con Daniel Muñoz y seis por los subsidios al transporte ferroviario, según se desprende de la resolución de 154 páginas firmada este viernes. 

A partir de esto, la Cámara de Casación hizo el sorteo y definió que será el Tribunal Oral Federal (TOF) 7 el encargado de llevar adelante el juicio. 

La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner es la principal acusada: está procesada y con pedido de prisión preventiva, acusada de ser la líder de una asociación ilícita que recaudaba coimas de empresarios. Se le suma el ex ministro Julio De Vido, su mano derecha, Roberto Baratta, el financista Ernesto Clarens y quien presidiera la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, entre otros.

En paralelo, el diputado nacional Máximo Kirchner, su par Eduardo "Wado" De Pedro, el secretario general de la Juventud Peronista (JP) de Buenos Aires, José Ottavis, y otros dirigentes de La Cámpora, fueron sobreseidos. Bonadio entendió que “los nombrados no surgen de la prueba que fue incorporada en el marco de la causa, ni tampoco en sus conexas".

La lista de sobreseídos incluyó al empresario Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, quien ya había recibido una falta de mérito en la instrucción. "En este caso no se vislumbra la matriz establecida en el resto de las entregas de dinero investigadas en el marco de la presente causa", sostiene la resolución.

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La causa vio la luz el 31 de agosto de 2018 cuando Bonadio ordenó la detención de Oscar Centeno, chofer de Baratta, mano derecha de De Vido, hoy detenido por una causa de corrupción y por la tragedia ferroviaria de Once. 

Desde entonces, empresarios y ex funcionarios se presentaron como arrepentidos y admitieron el cobro de coimas en la obra pública. Puntualmente, el financista Clarens, aportó listados con números y dijo que el dinero se lo llevaba en bolsos Daniel Muñoz, quien durante años se desempeñó como secretario privado de Néstor Kirchner.