Para poder medir las chances que su espacio tiene en 2019, Miguel Ángel Pichetto necesitaba antes saber el grado de aceptación que Cristina Kirchner tiene en la sociedad. Por eso decidió lanzar él su candidatura, aunque ni en el kirchnerismo piensen, hoy, en esa posibilidad. Si se empieza a hablar de Macri y Cristina, el PJ dialoguista podrá ocupar el lugar del medio. O, al menos, sabrá si tiene margen para hacerlo.

Cerca de la expresidenta admiten que el principal efecto de una candidatura suya será que la elección dejará de regirse por el rechazo a Macri para pasar a hacerlo por el rechazo a Macri y el rechazo a Cristina. En el primer escenario crecen las chances de una victoria del peronismo intransigente. En el segundo, salvo una catástrofe económica, todavía ganaría Macri.

Cristina Kirchner es, hoy, la dirigente opositora con mayor intención de voto, según todas las encuestas. Pero los mismos sondeos indican que Macri triunfaría en un ballotage contra ella. En cualquier caso, con los números de hoy, la esperanza del peronismo no K de llegar a la instancia decisiva es una quimera.

"Yo no aliento esa candidatura", se atajó Pichetto anoche, entrevistado por María O' Donnell en LN+, pero segundos después se sinceró: "Se va a repetir la historia de la provincia de Buenos Aires el año pasado". ¿Por qué instala una candidatura que, según sostiene, haría ganar a Macri? 

Juan Manuel Urtubey ensayó hoy una tímida respuesta en Infobae: "El ballotage lo vamos a jugar nosotros. Y vamos a ganar. Es como pretender que los jugadores de la selección argentina digan 'vamos a ir al Mundial y si no ganamos nosotros queremos que gane Francia'. Vos vas para ser campeón mundial. Si después te cagan a sopapos, te cagan a sopapos. Pero no voy a hinchar por otro".

Felipe Solá tiene otra y la dio la semana pasada: "El que trabaja para que haya dos peronismos trabaja para Macri".