La pandemia va encontrando su antídoto luego de un 2020 que dejó perplejo a la sociedad en general y a los trabajadores y las pymes en particular. El plan de vacunación avanza y las empresas van retomando su camino a la producción y el trabajo. Pero la inoculación no es obligatoria. Es así que, para Daniel Funes de Rioja el marco legal está desfasado con la llegada del Covid-19.

El titular de la Unión Industrial Argentina propuso a la Junta Directiva del organismo impedir el ingreso de los empleados que rechacen vacunarse y que las empresas dejen de pagar los salarios. “Quien quiera entrar en un lugar de trabajo colectivo tiene que vacunarse y si no quiere, no podrá ingresar al lugar de trabajo”, advirtió el empresario, quien argumentó que de lo contrario se estaría poniendo “en riesgo al grupo”. En ese marco, subrayó que el empleador cesaría “la dispensa”.

“Nadie puede obligar a vacunarse, pero nadie puede obligar a reinsertar a alguien en el mercado laboral”, expresó Funes de Rioja. Este planteo puso de relieve el plan de vacunación que lleva adelante el gobierno nacional y que, en sus inicios, trajo una lluvia de críticas. Primero con la “escasez”, luego con los "negocios soviéticos” y después con el rechazo a las vacunas norteamericanas.

El apoyo de un colega

En esa misma línea se expresó el ex titular de la UIA, Juan Ignacio De Mendiguren, quien respaldó lo que dijo Funes de Rioja. "Se está proponiendo buscar un mecanismo que tiene que ver con incentivar a la vacunación", sostuvo el actual diputado nacional en Radio Provincia. Y a la vez aclaró: “Debe hacerse en conjunto con los sindicatos ya que la vacuna no es obligatoria", aunque admitió que esta medida ayuda a “forzar la vacunación”.

Vacunación obligatoria o ¿despido?: el planteo de Funes de Rioja da crédito al plan de inoculación, pero choca con el Gobierno y la CGT
Rechazo y mirada crítica

Desde la bancada oficialista, Hugo Yasky en declaraciones a El Canciller rechazó las expresiones de Funes de Rioja y agregó que “lejos de ser un aporte a la solución es una actitud de atropello frente a los trabajadores, sometiéndolo a una presión extorsiva como es el no pago de salarios”.

Según el diputado del Frente de Todos “no hay registro de trabajadores que no se quieran vacunar” y argumentó que fueron los mismos gremios quienes "les pidieron a las autoridades para que se vacunara al personal”. El titular de la CTA reforzó: "Se quiere inflar un problema que, de existir, son casos aislados”.

En ese sentido, sostuvo que lo mejor es apelar a la “persuasión” de aquellos “que fueron impregnados de ese discurso libertario de derecha que despotricaba contra las vacunas”.

Por otra parte, el vocero de la CGT, Jorge Sola, expresó a El Canciller que imponer "este tipo de sanciones desde el punto de vista de la relación laboral es ilegal” y agregó que no es a través del "ejercicio abusivo que se logra convencer” para tener una vacunación masiva.

En diálogo con AM 530, la precandidata a diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, sostuvo que las declaraciones de Funes de Rioja sirven para instalar “despidos encubiertos”.

Lo cierto es que la propuesta del titular de la UIA hizo ruido transversal en los sectores trabajadores y sus expresiones fueron blanco de denuncias. Aunque “sin querer queriendo” puso en el centro de la escena la importancia de la vacunación, el Gobierno y la CGT colisionaron con la propuesta.