Daniel Scioli termina su semana de la peor manera. La justicia provincial lo llamó a declarar como imputado en una causa donde se investigan hechos de corrupción relacionados con el manejo y la construcción de las famosas UPA (Unidades de Pronta Atención) en la provincia de Buenos Aires.

El 3 de mayo, el actual Diputado nacional deberá presentarse ante el fiscal Álvaro Garganta, un funcionario que no le tiene mucha simpatía al ex gobernador de la provincia de Buenos Aires. La investigación, que involucra al ex ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, está dentro de la órbita de la jueza de Garantías Marcela Garmendia, quién había ordenado en diciembre varios allanamientos.

Scioli está imputado negociación incompatible con la función pública, incumplimiento de los deberes de funcionario y tráfico de influencias.

Scioli deberá responder por los delitos de negociación incompatible con el ejercicio de la función pública, incumplimiento de los deberes de funcionario y, además, tráfico de influencias. Esto es por el vínculo que tenía con el empresario Ricardo Miller, a quién habría beneficiado y quien también deberá dar explicaciones.

El fiscal Garganta sostiene que Scioli influyó para que le adjudicaran las obras a Miller, en distritos como Tres de Febrero, Almirante Brow y Hurlingham. Cabe aclarar que en el Código de Procedimientos Penales de la Provincia de Buenos Aires no existen las indagatorias ni procesamientos. Scioli fue citado a declarar y, en caso de que el fiscal considere y haya recolectado las pruebas suficientes, irá a juicio.