El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, mantiene su convicción de posarse por encima de la polarización y conquistar la ancha avenida del medio en las elecciones presidenciales.

Con Roberto Lavagna en la trastienda, confía en que Alternativa Federal pueda hacerse con los votos de los anti kirchneristas y de aquellos decepcionados con el gobierno de Macri.

Pese a que las encuestas no le sonríen y reflejan una oxidada intención de voto, el ex intendente de Tigre se guía por el descontento de la gente con la clase política. Ahí es donde posa sus esperanzas y por ello refuerza su mensaje anti grieta.

En diálogo con Marcelo Bonelli por Radio Mitre, Massa negó la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Cristina Fernández de Kirchner. "Cristina no entra en el proyecto de Alternativa Federal", sentenció.

Y fue determinante para rechazar los rumores que aseguran sus movimientos son tan solo una distracción mientras cocina un acuerdo entre el peronismo alternativo y Unidad Ciudadana para, juntos, conquistar Nación y Provincia.

"Yo enfrenté a Cristina en 2013, cuando nadie se atrevía a hacerlo", sacó pecho. Incluso, el tigrense chicaneó a Urtubey y Pichetto, sus compañeros de espacio, al explicar sus retiteradas críticas a la expresidenta porque "estuvieron ligados (a Cristina) hasta diciembre de 2015".

Consciente del poder de la senadora pero atento a los números que la muestran derrotada en un eventual pero seguro ballotage, Massa le habló al electorado y parte del peronismo federal que todavía la apoya para pedir que no refuercen su imagen.

"No hay que alimentar candidaturas que pierdan en segunda vuelta y generen cuatro años más de Macri", subrayó.