El intento de levantamiento armado de Juan Guaidó contra Nicolás Maduro en Venezuela le vino como anillo al dedo a Mauricio Macri. Por un lado, porque los medios de comunicación eligieron priorizar ese hecho en sus coberturas por sobre el paro convocado por el sindicalismo opositor y, por otro, porque sirve para alimentar uno de sus ejes de campaña: la idea de que si Cambiemos no llegaba al poder Argentina iba camino a convertirse en el país caribeño.

En Twitter, Macri le dio su total respaldo a Guaidó, al que consideró el presidente legítimo de Venezuela, apoyó la denominada Operación Libertad -que comenzó con la liberación del opositor detenido Leopoldo López- y llamó nuevamente "dictador" a Maduro. "Esperamos que este sea el momento decisivo para recuperar la democracia. Que la larga angustia que llevó al sufrimiento y al miedo a los venezolanos llegue a su fin y comience un período de libertad, sensatez y crecimiento", tuiteó el presidente, y remató: "No será fácil, como bien sabemos los argentinos".

Apelando nuevamente al recurso del populismo, el jefe de Estado señaló que lo que ocurre en Venezuela "deja una lección y una advertencia para toda la región: cuando las democracias se desvían hacia los personalismos mesiánicos y el populismo, tarde o temprano se transforman en dictaduras".

Esta mañana, Macri ya había cuestionado la medida de fuerza de los sectores del sindicalismo más opositores, encabezados por Hugo Moyano, Sergio Palazzo, Hugo Yasky y Ricardo Pignanelli, entre otros. "El día en que otros, en un momento difícil del país, deciden parar. Nosotros no, nosotros estamos acá trabajando para construir ese futuro mejor para todos", dijo al inaugurar una planta potabilizadora de agua junto a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. 

En línea con el principal eje de su campaña electoral, el kirchnerismo, el mandatario sostuvo intentó asociar a los gremios con la expresidenta Cristina Kirchner y remarcó: "Los argentinos hemos decidido no volver atrás. Sabemos que el cambio es una aventura, que como toda aventura tiene riesgos. Volver al pasado sería autodestruirnos".

El kirchnerismo evitó, en general, mencionar el tema Venezuela y se centró en la convocatoria gremial. Sin embargo, algunos dirigentes se manifestaron al respecto. "Y nosotros acá, teniéndoles paciencia a estos golpistas", tuiteó la diputada nacional de Unidad Ciudadana Gabriela Cerruti, citando un tuit del canciller Jorge Faurie en el que daba su respaldo a Guaidó. 

Por su parte, la exembajadora en Caracas durante el kirchnerismo, Alicia Castro, habló de "un nuevo intento de golpe de estado en Venezuela", que estaría "guionado por los Estados Unidos, como han sido todos los golpes de estado en Latinoamérica y el Caribe". "Quieren el petróleo de Venezuela como se apropiaron del de Medio Oriente", sentenció la exdiputada nacional, que compartió varias imágenes de la situación en ese país.