Luego de casi tres semanas al frente de una crisis institucional inédita en EEUU, el mandatario norteamericano concedió la necesidad de dar comienzo a la transición presidencial. Así, recomendó a la funcionaria de la Casa Blanca a cargo de activar ese protocolo que diera luz verde al proceso.

Con esta medida, el equipo de transición de Biden tendrá acceso, por ejemplo, a las agencias federales y podrá interiorizarse de la situación de cada una.

El traspaso seguirá con un paso fundamental el 14 de diciembre cuando el Colegio Electoral designe en forma oficial como presidente a Joe Biden. Si bien Donald Trump no reconoció la derrota de manera taxativa, todos sus reclamos judiciales fueron desechados en las Cortes mientras que los estados avanzaron en acreditar el triunfo del demócrata. En estas condiciones, el camino parece allanado para el traspaso que tendrá lugar el 20 de enero en Washington.

Biden ya puso la transición en marcha y nombró a los primeros funcionarios de su gabinete, que dan una pauta de la orientación política de su gobierno y del giro que implica en relación a la agenda de la administración Trump. 

Anthony Blinken será secretario de Estado.

Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad nacional.

Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional

Linda Thomas-Greenfeld, embajadora ante la ONU

John Kerry, delegado especial para el medioambiente

Avril Haines, directora de Inteligencia nacional

Janet Yellen, secretaria del Tesoro

Los nombramientos de Blinken, Kerry y Yellen, por ejemplo, son un anticipo de la vuelta a la moderación y al manual tradicional del Partido Demócrata con una vuelta al multilateralismo en política exterior, la lucha contra el cambio público como un eje de la agenda y una economía austera.

En el gobierno de Alberto Fernández, el rumbo inicial del presidente electo despertó expectativas positivas. Apenas conocido el nombramiento de Yellen, el ministro Guzmán saludó la designación de la nueva funcionaria. El tema no es menor: Washington tendrá la última palabra en la aprobación del acuerdo que el Palacio de Hacienda negocia con el FMI.