El paro nacional convocado e impulsado por la CGT para el próximo lunes 25 será total, tendrá un acatamiento del 100% y paralizará al país con la adhesión de colectivos, taxis, subtes y aviones.

A diferencia de las últimas medidas de fuerza, el triunvirato que gobierna en el edificio emplazado al 802 de Azopardo configuró un paro con el objetivo de mostrarle al Gobierno una postal de "calles vacías", en reclamo por la exención de ganancias del medio aguinaldo y un pacto "antidespidos".

Esta medida rondaba la cabeza de Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña desde el abril que tuvo a la corrida cambiaria como protagonista. Sin embargo, el Gobierno los premió por su paciencia con negociaciones privadas en el Ministerio de Trabajo. Negociaciones que terminaron mal.

Sin embargo, luego de modifcaciones, postergaciones y cancelaciones, los triunviros rompieron su relación con la Casa Rosada por sentirse "manoseados" y anunciaron la medida de fuerza, en paralelo a la organizada por el Clan Moyano.

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Y aunque todo indicaba que el paro nacional total de la CGT iba a cumplir con su cometido de imprimir la postal de calles vacías, partidos de izquierda, organismos sociales y el sindicalismo combativo decidieron contrariar a los convocantes.

En una decisión compleja y provocativa, estos grupos organizan más de 20 cortes de ruta, movilizaciones y un acto en el obelisco. Las diferencias con la CGT comenzaron ante el silencio de estos por las políticas económicas del Gobierno.

Según las estimaciones de los organizadores, las convocatorias podrían acercar a más de 4.000 personas a la movilización del obelisco.