Luego de que la Coalición Cívica lo acusara como el supuesto instigador de una operación judicial dirigida a perjudicar a Carlos Stornelli, Roberto Baratta tildó de "ilegales" las transcripciones de escuchas telefónicas que le llegaron de forma anónima a Elisa Carrió, aseguró que nunca recibió coimas y acusó de mentirosos a los empresarios que se acogieron a la figura del arrepentido.

El exubsecretario de Control y Coordinación del Ministerio de Planificación, que se encuentra procesado con prisión preventiva en el penal de Ezeiza por su rol en la causa de los cuadernos de las coimas, afirmó en diálogo con Romina Manguel que violaron su intimidad, ya que "no tenían orden" de escucharlo, en alusión a las supuestas conversaciones que mantuvo con el exfuncionario kirchnerista Carlos Zelkovicz.

Por otra parte, al referirse al expediente, en el que está imputado como recaudador de dádivas provenientes de la cartelización de la obra pública, desmintió haber recibido coimas y consideró que todo se reduce a un relato fantasioso de su exchofer, Óscar Centeno.

"Se que es una causa guionada y escrita. Los empresarios mintieron, no hay ninguna prueba en contra mía, de De Vido o de Cristina Kirchner. Sólo bastó su palabra”, sostuvo, al tiempo que añadió: "Stornelli le sugirió a mi abogado que yo me arrepienta".

En la causa, que cuenta con más de 30 imputados colaboradores y que ahora tiene a más de 100 empresarios aguardando para prestar declaración indagatoria, la expresidenta está acusada de ser la presunta jefa de una asociación ilícita.

Para cerrar, Baratta calificó de mentiroso al exjefe de Gabinete Juan Abal Medina y en este sentido se desentendió de las acusaciones que lo postulan como el valijero del matrimonio Kirchner, en tanto reivindicó su pertenencia al gobierno anterior.