Lo que había sido anunciado por el presidente Alberto Fernández en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación debió esperar ocho meses, pero llegará en el mes de noviembre al Parlamento: además de enviar el proyecto para despenalizar el aborto, el Gobierno nacional impulsará la iniciativa "Mis primeros 1.000 días", que apunta a acompañar a las mujeres embarazadas desde la gestación hasta los dos años de vida de su hijo.

El programa, que resulta una suerte de compensación a la Iglesia y el bando "celeste", está dirigido a mujeres sin cobertura social, desde que están embarazadas hasta que sus hijos cumplen 24 meses de edad.

"Estamos muy emocionados porque ayer la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, anunció que finalmente el proyecto de los primeros 1000 días va ser enviado por el presidente Alberto Fernández al Congreso nacional", celebró la titular del Consejo de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, en un acto con el gobernador sanjuanino, Sergio Uñac, y el equipo profesional a cargo de la política pública de los 1.000 días en esa provincia. El distrito cuyano aplica esta política desde 2016.

El programa tiene cuatro etapas: la del embarazo, la fase que comprende desde el nacimiento hasta los seis meses con foco en la lactancia materna, el período que se extiende hasta el año de vida con la inclusión de las primeras papillas, y por último desde los 12 a los 24 meses con la incorporación de alimentación complementaria.

Vilma Ibarra destacó que con el plan de los 1.000 días el objetivo es, "desde una perspectiva de derechos, coordinar lo que está, potenciarlo y extenderlo; hacer más eficaz y sustentable el acompañamiento de la maternidad y los primeros meses".

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La medida había sido comunicada por el Presidente al Papa Francisco en una cumbre que mantuvieron en El Vaticano en el mes de febrero y representa un guiño político de la Casa Rosada a la Iglesia, en medio de la tensión por la decisión del gobierno nacional a legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

Sin embargo, el arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, cuestionó hoy al Ejecutivo por la presentación en simultáneo de las dos iniciativas. "No entendemos porque simultáneamente se va a poner a andar el Plan de los 1000 días, incluyendo el embarazo, lo que quiere decir que hay una vida que atender y a la vez un proyecto que quiere eliminarlas, por eso vemos algunas contradicciones", subrayó.

El plan para ayudar a las mujeres que decidan continuar con el parto incluirá programas de empleo, asistencia jurídica y subsidios para el transporte público, entre otras aristas. La propuesta apunta a evitar que se recurra al aborto por pobreza.