El golpe de Estado en Bolivia sigue ocupando las principales tapas de los diarios. Luego del exilio de Evo Morales en México, las fuerzas armadas en las calles de las principales ciudades y parte de la oposición convocando a elecciones, aún quedan varias problemáticas sin un futuro claro: entre ellas, la proscripción del Movimiento al Socialismo en un nuevo sufragio, la política internacional de Argentina y la ¿posible? cláusula democrática del Mercosur.

Causas y golpe de Estado

Para los analistas políticos, los orígenes del estallido social son múltiples, pero ubican la decisión de Evo Morales de presentarse a un tercer mandato como una de las causas principales del conflicto. "Existe una crisis institucional, en donde Morales terminó forzando la situación. El ahora expresidente no respetó el referéndum de 2016, en el cual la población se negó a que se presente a un tercer mandato", explica Francisco de Santibañez, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacioles (CARI).

"La sentencia del Tribunal Supremo Federal, a principio de año, que habilitó la candidatura de Morales fue contrario al espíritu de la Constitución de Bolivia.  También a la Comisión de Venecia. No existe derecho humano a la reelección indefinida. Esa manipulación judicial complicó la relación entre las bases sociales", aporta Patricio Talavera, docente de la Universidad de Buenos Aires. Miembro del Grupo de Estudio de América latina, Talavera agrega que la imagen de Evo "se fue dañando con el deterioro de los servicios públicos y los escándalos de corrupción que se fueron relevando en los últimos meses".

Pese a las causas, ambos consideran que, a diferencia de lo expuesto por el canciller argentino Jorge Faurie, la destitución de Evo Morales representó "un golpe de Estado". "Y no hay que olvidar que el golpe contó con apoyo internacional", completó Talavera.

Foto: RONALDO SCHEMIDT / AFP.
Foto: RONALDO SCHEMIDT / AFP.

Posibles salidas y posición de Argentina

El lunes por la mañana, la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez aseguró que, de asumir en el cargo, será un gobierno de transición y llamará "de inmediato" a elecciones nacionales. Los dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), a su vez, pidieron garantías para presentarse en la Asamblea Legislativa.

"Tanto en Chile como en Bolivia, países exitosos en materia económica, hubo un conflicto marcadamente político. La mejor solución en Bolivia es que en enero se llame en elecciones libres, sin proscripción", analiza de Santibañez.

Sobre la visión de los funcionarios de Argentina, Talavera expresó que "no sorprenden" las declaraciones de Mauricio Macri y el canciller Faurie. "Fue  coherente de la percepción del gobierno saliente con respecto a Evo, y cumple con el alineamiento que parte desde la Casa Blanca". Y añadió: "Hubo algunas voces disidentes dentro de Juntos por el Cambio. Pero los principales dirigentes mantuvieron la posición que en Bolivia no hubo golpe de Estado".

Cláusula democrática

Este martes, la ex canciller Susana Malcorra aseguró que se podría aplicar la cláusula democrática a Bolivia, en caso de no existir un gobierno democrático. Para los analistas es "poco probable".

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"La cláusula, tanto en la OEA como en Mercosur, implicaría aislar a Bolivia en términos de relaciones internacionales, creando un cordón democrático para rechazar un gobierno de facto en el país sudamericano", explicó Talavera.

De Santibañez, miembro de The Wilson Center, agregó que los dos países "más importantes de América, Brasil y Estados Unidos, respaldaron a los dirigentes opositores a Evo Morales". "En términos prácticos, es muy difícil conseguir consenso si los líderes de los países más poderosos no consideran que hubo un gobierno de facto. Si ellos dicen que no, es casi imposible".