El Círculo Rojo celebra el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y alienta al Gobierno a avanzar con el plan de ajustes para ahorrar más de 10 mil millones de pesos y cumplir con las últimas condiciones impuestas por Christine Lagarde.

En este escenario favorable, los mercados están prendidos y con especial atención al supuesto préstamo de más de 40 mil millones de dólares, mientras que en la Casa Rosada quiere poner la firma final para lograr un blindaje y calmar al peronismo, los empresarios, los sindicatos y también a los medios.

En su columna en La Nación, Carlos Pagni salió a revelar por qué una parte del sector financiero mundial decidió apoyar a Macri en su peor momento de gestión y cuando una gran porción de los mercados nacionales le soltaron la mano. 

"En una región muy afectada por el populismo, se trata de alguien que llegó venciendo al populismo en las urnas, lo cual es bastante raro porque en los manuales se dice que a los populistas no se los puede vencer en las urnas”, relató Pagni. Es decir, el mundo financiero ve a Macri como un presidente que cuenta con el apoyo legítimo de la sociedad para gobernar, a diferencia de otros países que sufrieron un cambio de mandato por cuestiones de corrupción y no a través del voto.

Otro aspecto clave que remarca Pagni en su columna se refiere a la "tranquilidad” que intenta encontrar el Gobierno en medio de las turbulencias políticas y económicas para atarse al sillón presidencial hasta 2019 y llegar con viento a favor a las próximas elecciones.

¿Renovará el peronismo dialoguista su confianza a Macri si llega a ver el acuerdo con el FMI? ¿Calmará Cambiemos la presión de los empresarios cuando Lagarde y el Presidente pongan el gancho final? ¿Bajarán los sindicatos las pretensiones apenas suceda el arreglo con el Fondo? Esas preguntas se hacen en los pasillos de la Casa Rosada. Y apuntan a que los millones que lleguen del rescate signifiquen un respiro para el oficialismo.

El Círculo Rojo, sin embargo, alertó por un tema no menor: la fragilidad del sistema financiero demostró la rápida inestabilidad de gestión en el propio gobierno, sacudido por fisuras internas y por un mercado que no respondía a su gusto: inflación por las nubes y un dólar que pisa los $26.

En definitiva, el establishment, que apuesta por un futuro auspicioso de Macri, juega la carta de la esperanza para que la ayuda internacional a la Argentina baje las tensiones internas, las críticas y la exposición de un gobierno que llega al Mundial bajo la lupa de propios y ajenos.