La premisa parecía ser sencilla: una historia de amor, contada en 12 capítulos, entre dos jóvenes que se conocen en el secundario e intentan continuar su relación en distintas etapas de sus vidas. Pero, lejos de ser una serie de y para adolescentes, Normal People se convierte en una joyita que reflexiona sobre el autodescubrimiento, las relaciones amorosas y el paso del tiempo.

En El Canciller te damos las cinco razones de por qué esta serie se convirtió en un furor alrededor del planeta.

Primera razón: la historia

Basada en el best seller de la autora Sally Rooney, la trama se centra en Marianne y Connell, dos chicos que se irán reencontrando en distintas etapas de su vida. En una premisa con estas características es fácil esperar que la serie caiga en todos los lugares comunes, pero para nuestra sorpresa esto (casi) nunca sucede.

El primer episodio nos anticipa que la madre de Connell trabaja como empleada doméstica en la casa de Marianne. Es fácil imaginar que la cosa va a ir por el lado de la diferencia de clases sociales al mejor estilo Diario de Una Pasión. Pero no. La relación entre los dos se desencadena de una manera que se mantiene alejada del melodrama y de los triángulos amorosos.

De todos modos, está claro que siempre tiene que haber algún palo en la rueda que demore el “felices por siempre” de la pareja. En este caso, los conflictos que se presentan no se muestran forzados y los motivos que los llevan a distanciarse siguen una lógica verosímil, es decir, no están impuestos por la narrativa para hacer avanzar la historia.  

Normal People, lejos de los lugares comunes.
Normal People, lejos de los lugares comunes.

Química y el sexo "real"

Tanto el cine como la TV suele traernos secuencias de sexo que se muestran romantizadas y alejadísimas de los parámetros reales. Pero hay un problema aún mayor y eso es cuando ni siquiera existe química entre sus protagonistas. Un ejemplo perfecto de esto fue el horror de 50 Sombras, en donde se criticó (y se notó) la falta de conexión actoral entre Jamie Dornan (Mr.Grey)  y Dakota Johnson (Anastasia). 

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Normal People busca retratar las relaciones sexuales entre sus personajes de acuerdo a las distintas etapas que atraviesan y esto será importante para conocerlos mejor juntos y separados. No van a ser lo mismo las relaciones sexuales de la pareja durante la instancia del colegio, que en la etapa posterior de la facultad.

Como dato de color, según un informe que publicó The Sun hace ya un tiempo,  el acumulado de todas las escenas de sexo de Normal People suman un total de 41 minutos. Parece poco, pero la serie tiene solo 12 episodios, de media hora cada uno.

Casting, otra clave de Normal People

Algo para destacar es que Daisy Edgar-Jones (Marianne) y Paul Mescal (Connell) son dos personas que tranquilamente te podrías cruzar por la calle. De a poco, los parámetros de casting para comedias/dramas románticos fueron cambiando y aparecieron producciones como Girls, o películas como Trainwreck que nos muestran que la gente real también se enamora. 

Recordemos que en los principios del 2000, las adaptaciones de las novelas de Nicholas Sparks nos traían a protagonistas como Amanda Seyfried, Channing Tatum o Zac Efron. Es decir, actores y actrices que parecían salidos de campañas de Victoria Secret.

En el caso de Daisy, la actriz ya había participado en otras series como en la adaptación de La Guerra De Los Mundos de la BBC, mientras que para Paul, Normal People es su primer papel protagónico.

Personajes

Tal como su nombre lo indica, Normal People evita caer en estereotipos del tipo chico popular, chica introvertida. La serie explora distintos matices de sus protagonistas y el paso del tiempo funciona como un elemento clave: si Marianne no se hallaba en la secundaria y no podía hacerse de nuevos amigos, veremos qué pasará con ella en la Universidad.

Incluso, la autora de la novela dijo que la premisa se centra en la dinámica de la pareja y en el nivel de conexión que esta pueda generar con el lector. Para Rooney, cualquier historia de amor ficcionada debe tener experiencias que podrían pasarle a cualquiera: los personajes deben atravesar miedos, ansiedades, separaciones y pérdidas. Imposible no sentirse identificado con al menos una de las anteriores. 

Trinity College, un emblema histórico de Dublín.
Trinity College, un emblema histórico de Dublín.

Irlanda, otra protagonista central

Al principio de la historia, la acción transcurre en un pueblito en el oeste de Irlanda. Pero, luego, nos teletransporta a Dublín para recorrer sus calles y conocer más sobre Trinity College, una de las universidades más antiguas y prestigiosas del  país.

Además, con el pasar de los episodios, también veremos algunas locaciones hermosas en Italia y en Suecia, todos lugares con paisajes bellísimos que fueron visitados por la propia autora de la novela.

Además de encontrarla en Hulu, el 16 de julio también llega a la plataforma de Starz Play.