Después del "baño de masas virtual" por el 17 de octubre -con fallas técnicas y ausencia de Cristina incluida-, el gobierno comienza una nueva semana mediada por la incertidumbre en nuestro país. Con el blue y la brecha cambiaria en un pico, el raid de intervenciones en el Coloquio de IDEA junto a la reunión con el Consejo Agroindustrial y el reanimamiento del Consejo del Salario no bastaron para llevar calma a los mercados.

Luego del resultado más que limitado de las medidas impulsadas para alentar la liquidación de la cosecha por parte de las agroexportadoras, el Gobierno envió un proyecto al Congreso para alentar el ahorro en pesos y el BCRA dispuso una suba moderada de las tasas de interés.

Sin embargo, el problema del dólar encierra una cuestión política y no meramente económica. La falta de confianza de los inversores y las expectativas por una devaluación se traducen en la presión creciente en el mercado cambiario.

Esta semana el gobierno intentará también obtener dictamen para el Presupuesto 2021, que el ministro Guzmán entiende como un instrumento clave en un camino de normalización económica.

Pero el déficit del 4,5% que prevé la ley de Leyes para el año próximo -que sería financiado con deuda en pesos y emisión monetaria- enciende las alarmas del FMI en plena negociación y, obviamente, de las empresas que mantienen "muy bajas" expectativas.

En ese sentido, el Ejecutivo busca avanzar en otra señal importante con la presentación de la nueva fórmula para calcular los haberes jubilatorios, cuya ley de movilidad actual se encuentra suspendida y los incrementos son a través de decretos presidenciales. La misma implicaría una combinación entre inflación, aumento de salarios y recaudación, similar al esquema que regía bajo el kirchnerismo.

En paralelo, para profundizar el problema de desconfianza institucional, el oficialismo espera para los próximos días una definición de la Corte Suprema por el per saltum de Bruglia, Castelli y Bertuzzi. Mientras que Carlos Rosenkrantz ya tendría definido su voto en soledad, Lorenzetti, Maqueda y Rosatti estarían analizando una salida intermedia.

¿Qué significa? Una variante podría ser que se respalde el traslado de los magistrados -como señaló la Acordada del Tribunal por pedido de Germán Garavano- pero en calidad de subrogantes. No obstante, en el gobierno nacional no es optimista en la relación con la cabeza del Poder Judicial, donde prácticamente no hay vasos comunicantes y quedan causas nodales por resolver como la transferencia de coparticipación de CABA a Provincia.

A su vez, en los últimos días crecieron con fuerzas las versiones que indican que el oficialismo enviará al Congreso el proyecto para legalizar el aborto esta semana. Fue por las declaraciones de la asesora presidencial Dora Barrancos que anticipó la movida conb una radio de Viedma. Luego se confirmó que este jueves tendrá lugar una reunión Cristina y Massa con representantes de la Campaña por el Aborto Legal. Desde el Frente de Todos creen que contarían con los votos para su aprobación en ambas cámaras. ¿Ola verde para fin de año?

Por último, el gobierno mantiene sin resolución la situación de las tomas de tierras. En el caso de la ocupación en Guernica, la más grande en territorio bonaerense con una extensión de 100 hectáreas y que lleva tres meses, tras dos prórrogas judiciales de la orden de desalojo a pedido del Ejecutivo, la situación quedó en un limbo. 

Axel Kicillof suspendió el despliegue de las fuerzas de seguridad e inició una mesa de negociación con las organizaciones pero, hasta el momento, lejos de un acuerdo entre las partes. Mientras el oficialismo vacila, la situación con las ocupaciones mapuches se sigue agravando en Río Negro.